Noticias de Cantabria
01-09-2013 07:00

1ª Ruta turística por Camargo

Con frecuencia algunas personas –anónimamente- critican mis artículos; otros, intentando aprovecharse de esta anónima situación, tratan de hacerlo con mi persona. Y también los hay quienes, conociéndome, me paran por la calle y me hacen sugerencias, como un amigo a quien me encontré hace unos días y me dice: “Ya leí tu artículo de esta semana sobre el turismo. ¡Me gustó!...Pero hay que pasar a la acción y hacer propuestas concretas…”

 


Con frecuencia algunas personas –anónimamente- critican mis artículos; otros, intentando aprovecharse de esta anónima situación, tratan de hacerlo con mi persona. Y también los hay quienes, conociéndome, me paran por la calle y me hacen sugerencias, como un amigo a quien me encontré hace unos días y me dice: “Ya leí tu artículo de esta semana sobre el turismo. ¡Me gustó!...Pero hay que pasar a la acción y hacer propuestas concretas…”

…¡Y me dejó pensativo!

Por ello, hoy traigo aquí una propuesta que me ha parecido de gran interés y que puede ser una de las muchas iniciativas que tienen que proliferar en nuestra región para sacarle partido a la belleza y posibilidades de la misma.

He participado esta semana en la 1ª Ruta Turística por Camargo, una iniciativa pionera de los Talleres de Empleo del Municipio (Con ayudas del Gobierno de Cantabria, del de España y de la Unión Europea), en la que, a modo de ensayo general, hemos participado tres centenares de personas quienes hemos tenido la oportunidad de ver –o volver a ver, en algunos casos- casi todas las posibilidades del municipio de Camargo y no tengo otro calificativo que el de ¡Excelente!. (“Chapeau”, como diría un gabacho).

Tanto es así que quizás me falten las palabras adecuadas para relatar cómo ha sido esta experiencia. Voy a intentarlo. El recorrido se ha dividido en dos sesiones de más de cuatro horas cada uno y puedo decirles que no hemos perdido el tiempo; todo ha estado organizado de forma magnífica, con los responsables políticos, las personas del Taller de Empleo –quienes se han empleado a fondo y no han dejado ningún cabo sin atar-, el apoyo de la Policía Municipal y Protección Civil,…

Desde el Parque de Cros hemos salido en autobús (Ya se nos había entregado la credencial, la visera, una mochila con un kit de información y supervivencia, etc.) y hemos ido escuchando la adecuada información sobre la ruta, lo que nos íbamos encontrando a su paso, así como las indicaciones necesarias de toda organización. Lo bueno han si sido las paradas en lugares de un especial interés histórico, cultural, ecológico o turístico; en cada una de ellas nos hemos encontrado con un grupo de magníficos “actores” que nos han presentado un edificio, un personaje relevante del lugar, nos han hecho una parodia sobre el tema de interés, etc. ¡Todos nos hemos divertido de lo lindo!.

El “cachón” saliendo del mar, “Juan de Herrera” explicando su vida, “Mateo Escagedo Salmón” contándonos cosas de su municipio, el héroe “Pedro Velarde” estaba en su salsa en la casa dónde nació y vivió y dónde se ubica actualmente el Museo Etnográfico de Cantabria, “Agapito de la Cagiga” se sintió orgulloso enseñándonos las Escuelas de Revilla que edificó a su costa y el Museo de la Escuela instalado en las mismas, los “peregrinos” y el “fraile” de la ermita de Santiago con los que nos encontramos, los “romeros” que llegaban desde el barrio Pesquero de Santander a la ermita de la Virgen del Carmen de Revilla, el “Marqués de Villapuente”,… ¡Bueno!. Sería largo y prolijo detallar cada uno de los “entremeses” que se nos ofrecieron.

Pero si quiero añadirles dos más; en cada uno de los viajes nos ofrecieron un pequeño concierto musical; el coro de Herrera nos deleitó en la parroquia del lugar y el tenor Jesús Lavid, estudioso de la figura de Antonio Vela Mendicute, nos ofreció una selección de ópera y zarzuela en la iglesia de Escobedo. ¿Se puede pedir más?. Pues, sí. A mitad del recorrido, se nos ofreció un buen refrigerio para reponer fuerzas y seguir.

En algún lugar oí frases como ésta: “Resulta que soy de aquí, en esta iglesia he recibido todos los sacramentos y no sabía esto…”; o aquella otra que decía “que nunca había visitado la preciosa ermita de Santiago” o quién afirmaba “desconocer que en Revilla hubiera un Museo de la Escuela”.

Además, los participantes en este, llamémosle ensayo, teníamos la obligación de participar en un Concurso Fotográfico y aquello le aportó un aire inusitado a todos los participantes, que lo eran de todas las edades; niños y mayores no pestañearon ni un momento, escucharon y rieron a gusto… ¡Qué bien nos lo pasamos!.

A todos los participantes, también se nos pidió cumplimentar una encuesta de satisfacción y ahora los miembros del Taller de Empleo podrán rematar el bonito proyecto e implementarlo como iniciativa que genere empleo, riqueza y satisfacción a las muchas personas de Camargo y Cantabria y quienes nos deseen visitar.

¡Así se hacen las cosas!. Sólo me resta desear suerte a este proyecto.

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