¡Vaya un negocio que ha hecho Sánchez!, por Pedro Arce Díez
¡Ya tenemos los resultados! Se han vaciado las urnas (69,88 % de participación), se han escrutado los votos y ya tenemos los resultados sin paliativos y estos son los escaños:
Partido Socialista 120; Partido Popular 89; Vox 52; Unidas Podemos 35; ERC 13; Ciudadanos 10; JxCat 8; PNV 6; EH Bildu 5; Más País 3; CUP 2; Navarra Suma 2; CC 2; BNG 1; PRC 1; Teruel Existe 1.
Nada sorprendente, salvo el anunciado hundimiento del Cs de Albert Rivera y la fuerte subida de Vox. Los independentistas y separatistas siguen manteniendo su apoyo electoral, incluso reforzándolo, y, en las actuales circunstancias, sería un error contar con ellos para un futuro gobierno. Con estos resultados habrá que hacer combinaciones, negociar razonable y generosamente en los despachos…
Hay dos bloques no tan claros: derecha (PP, Vox, Cs, NS y CC) con 154 diputados; el bloque de izquierda (PSOE, UP, Más País, PRC y hasta el PNV) con 165 diputados, al que podrían apoyar “incondicionalmente” (con voto a favor o abstención) los independentistas y proetarras, con lo que podría haber un gobierno del tipo Frankensteín (como diría Rubalcaba), aunque fuera en segunda votación; o volver a una situación endiablada de bloqueo.
El PSOE ha bajado en votos y escaños y además ha “laminado” a sus potenciales coaligados por la derecha y la izquierda; por el contrario, han subido los extremos, Vox y los independentistas. ¡Vaya negocio que ha hecho! Los ciudadanos han penalizado la moderación y han traspasado sus votos a los extremos.
¿Gobierno de coalición PSOE-PP? Imposible, pues Pedro Sánchez ni siquiera le ha devuelto la llamada del día de la votación y, además, en ningún caso querrá dejar el protagonismo de la derecha a Vox. ¿Y pedir que el PSOE cambie de líder para apoyarle? ¡Inútil propuesta! Pues ya se ha dado el abrazo con Pablo Iglesias, en un pre-pacto que ha hecho temblar a las bolsas españolas y dejar helados a muchos españoles.
La otra posibilidad más plausible es que al bloque de izquierda, le apoye Cs, escaldado de su deriva reciente, con un líder dimitido y reflexionando con replantearse los pactos que ha hecho en algunas comunidades con el PP, aunque quedarán incógnitas: ¿Estarán los de Cs enrabietados con estos resultados como para apoyar al PSOE?; ¿Cómo van a convivir con Unidas Podemos y Más País?; y también surgirá la duda sobre, ¿Se van a entender los de Unidas Podemos con los de Más País?...
Y en Cantabria, el PP ha dado la vuelta a las elecciones de abril, ganando las mismas, con una cierta remontada; le acompañan el PSOE de Pedro Casares, que no cubre las expectativas y que ha dejado muchos votos por el camino, Vox y PRC, quedando definitivamente descolgados Ciudadanos y Unidas Podemos.
En cuanto a Cantabria, convendría recordar cuáles fueron los resultados de 28 de abril pasado, con un porcentaje de participación del 73,33 %, al aplicar el sistema D’Hont:
Como podemos observar, sólo cuatro partidos se llevan los 5 escaños y los demás votos “se pierden” en la inmensidad del océano, por decir algo. Y quien gana las elecciones, se suele llevar, aparejados, los tres primeros senadores, dejando uno para el segundo más votado.
A partir de estos datos, cada cual puede obtener las conclusiones que crea oportunas y yo he oído las teorías más peregrinas que uno se pueda imaginar, algunas de ellas por absoluta ignorancia y otras por estulticia.
Y ahora voy a poner los resultados de Cantabria en estas elecciones del lluvioso 10 de noviembre, con una participación del 70,82 %, pues el electorado está ya un poco cansado y el día lluvioso no invitaba mucho a acercarse a las urnas:
¡Y estos son los resultados en Cantabria!
Ha habido toda una revolución con respecto a las elecciones de abril; lo más significativo ha sido el triunfo electoral del PP, con dos diputados (Diego Movellán y Elena Castillo), por uno del PSOE (Pedro Casares), PRC (José María Mazón) y Vox (Emilio Jesús del Valle).
En el Senado, el PP obtiene los tres senadores (Javier Puente, Amaya Landín y Félix de las Cuevas) y el PSOE uno (María Isabel Fernández).
El ascenso perceptible de Vox es claro, mientras Cs obtiene un sonoro patinazo. Lo de Unidas Podemos era más previsible, máxime después de la guerra interna y la falta de credibilidad.
Y volviendo al espacio nacional, quizás haya que llegar a la siguiente conclusión: “Para este viaje, no hacían falta alforjas” y veamos lo que nos espera de los pactos en los próximos días, pues nadie imaginamos unas nuevas elecciones. ¡Vaya un negocio que ha hecho Sánchez!
…Y las elecciones del pasado domingo nos están dejando un buen reguero de reuniones de “maitines” de los estados mayores de los diferentes partidos, opiniones, encuentros, decisiones y hasta dimisiones, como le ha sucedido al líder de Cs, que ha decidido tirar la toalla e irse para casa. Queda por saber qué va a suceder en las Comunidades Autónomas donde han pactado con el PP y Vox. ¿Van a endurecer su discurso y acción o se van a quedar en tierra de nadie?
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