Revilla intenta puentear a Sánchez por Cantabria. Por Carlos Magdalena

Sánchez, a la sazón presidente de España, debería comportarse como el defensor de Cantabria para incluirnos en el Corredor del Atlántico  pero ha reiterado en dos ocasiones a través de sus ministros de Obras  Públicas, Ábalos primero y  la nueva ministra  catalana Raquel Sánchez  Jimenez  después , que Cantabria no está incluida en el Corredor del Atlántico, y lo ha dicho de forma fehaciente el 20 de febrero  2019  a Mazón y más recientemente para que no cupiese duda el pasado 14 de septiembre en el Senado . Y así están pinados los bolos.

Tampoco estamos incluidos en los fondos europeos ni para La Pasiega que incrementaría el PIB de Cantabria como gran Centro Logístico de la cornisa cantabra ni para el tren con Bilbao tan necesario que precisa Cantabria urgentemente para la necesaria comunicación con el País Vasco de pasajeros y mercancías.

Una vez dicho lo anterior es laudable la intención de nuestro presidente Revilla de acudir personalmente a la oficina que directamente hace la planificación  del proyecto del  Corredor del Atlántico como un intento más a la desesperada. Claro que estoy absolutamente seguro de que le darán muy buenas palabras, son gente educada e instruida, le atenderán perfectamente y le vendrán a decir que el gobierno de España debería de haber propuesto a Cantabria, que no lo ha hecho, y un largo etcétera. Y terminarán diciéndole la frase tan conocida en cantabria en este caso de, vuelva usted en el año 2023 y no mañana para ver si coge el tren, nunca mejor dicho, del previsto nuevo mapa ferroviario. No quiero ser mal agorero pero me temo, ¡ojalá no!, que será un viaje baldío. 

La Unión Europea urgió al Gobierno de España a presentar proyectos para rematar el Corredor Atlántico y el ejecutivo europeo incluyó entre sus prioridades hasta el 2020 la comunicación ferroviaria con Vigo y Gijón a través de León y de Palencia.

¿Y de Cantabria qué? De Cantabria nada porque antes el PP que gobernó España y ahora el PSOE no consideraron que Cantabria fuera merecedor de esa comunicación ferroviaria siendo siempre ciudadanos de tercera y andando a la cola de todo. Y es que nos portamos tan bien, tan bien y estamos tan desunidos que igual piensan que no merecemos que se nos de nada.