¡Qué nadie nos ha visto y me has amado!. Por ©Mariano Cabrero Bárcena es escritor
"Es tiempo de que vuelvas. Tu huida te la perdono, pues, quizá fui culpable, y mereció mi egoísmo el castigo de no verte... quizá mis dudas amorosas... Piensa ¡amada mía! Que todo lo vivido ya fue, y sólo queda nada, esperanzas muertas en el olvido.

"Es tiempo de que vuelvas. Tu huida te la perdono, pues, quizá fui culpable, y mereció mi egoísmo el castigo de no verte... quizá mis dudas amorosas... Piensa ¡amada mía! Que todo lo vivido ya fue, y sólo queda nada, esperanzas muertas en el olvido. La vejez nos está marcando nuestra próxima marcha. Tantos y tantos besos atesorados en nuestros silencios, silencios rotos para poder recobrar fuerzas y alientos. Besos y caricias- unos y otros- fueron primicias de nuestro primer amor, pero ¡alma mía! : ?siento lejanas nuestras conversaciones, y pilares de granito son mis piernas cuando no estoy junto a ti, apoyado en tu regazo...Te espero, te suplico compañía para recorrer nuestro último trayecto. Anda y ¡sígueme!.
Es tiempo, es tiempo ya de abandonar el cortejo de nuestra existencia y dar lo cosechado- nuestros hijos-, para que ellos abran nuevos senderos de vida, pero juntos, nunca separados. Ellos fueron sangre de nuestra sangre, que nos han hecho viejos. No están invitando al festín divino. Son muchas voces las que nos convocan... , y debemos despedirnos. Despojémonos de nuestras vergüenzas(fueron nuestras ropas sucias, nuestras envidias, en hablar mal de los demás sin causas que lo justifiquen; y es que ya no vale el "aquí te cojo, aquí te mato".Después vendrá la Guardia Civil a cumplir con su obligación, tal y como hace siempre). Limpios los cuerpos, limpias las almas nadie será ya nuestro enemigo.
Es la otra vida, la que soñamos juntos y estaba en nuestro olvido. Nos dice y marca que nuestro tiempo- más bien instante- era pactado; nos dice y enseña que tierra fuimos, y a ella hemos de retornar. ¡Estrella mía! dame tu mano, y vuelca tu corazón sobre el mío. Radicalmente a mí perteneces, y yo enteramente soy tuyo. Somos finitos ante el Dios de todas las religiones.
Espero, pienso que tu cabeza se hallará sembrada de nieve blanca. Pero cuando regreses- ¡hazlo pronto!- encontrarás a un hombre cansado- pocos dientes, pocas muelas... - , no obstante, lleno de ilusión por percibir tu mirada, tu olor de mujer que siempre me embriagaba con resultado final de un dulce beso...
Murió mi odio, y resurgió -en la bomba que mueve el músculo para que circule la sangre- un corazón nuevo para morir a gusto y a tiempo. Suenan las campanas de la iglesia donde nos casamos, quizá anunciando que estás a la vuelta de la esquina de la calle del Regreso. Y, sin embargo, sabemos que cuando suenan las campanas alguien ha muerto, y entendemos perfectamente que nadie muere dos veces. Cuando regreses no tendré necesidad de preguntar "por quién doblan las campanas", porque cuando las escuche-como el poeta-sabré que doblarán por nosotros.
"Recuerda-¡vida mía!-cuando buscábamos la noche para ampararnos, besarnos, acariciarnos... Pero nadie nos ha visto... entregados , embelesados-es nuestro secreto-. Ropas sin cuerpos, cuerpos sin ropas... entrelazados uno al otro, como la vida con la muerte. Es el alma-¡qué pronto ha regresado...!- que da y nada pide por un beso. ¡ Qué nadie nos ha visto, vida mía!,¡qué nadie nos ha visto y me has amado! ¡Escucha!, te estoy diciendo lo que siento- palpitando entera el alma mía-, y al mismo tiempo oigo los latidos de mi corazón. Es la sensación de uno que ama y es amado. Vuelve y sentirás la frescura que
da el cariño cuando es renovado:¡jamás la sentirás sino a mi lado! Te fuistes como rosas en el campo, las sentirás sino a mi lado, y ahora con lluvia campo ya sembrado, crecen las flores mil colores, que están llorando, que cantan y proclaman a los vientos?, expresa un alma.? ¡Que nadie nos ha visto, y me has amado?, terminó diciendo.
Mi alma así me dice : "Ahora somos ya muerte". Si vuelves- a vivir junto a mi lado-todo el mundo dirá-: fueron amantes, que descansan juntos su amor pasado.Nuestras tumbas guardarán nuestro secreto:¡ Qué nadie nos ha visto, vida mía!; ¡Qué nadie nos ha visto y me has amado!.
La Coruña, 16 de febrero de 2025
©Mariano Cabrero Bárcena es escritor
Sé el primero en comentar