Mirando al mar soñé. Belen Alonso Rincón

Formentera y Stephen King puede ser una buena combinación, ¿podrían tener que ver algo, vamos a ver cómo, con Puigdemont y su circo mediático de vuelta-huida al País del pasado 8 de agosto?

Parece que en absoluto esto casa con Formentera, ni por su hipnótico paisaje, ni con sus cristalinas aguas, ni por sus puestas de sol asombrosas, ni por el tranquilo y relajante sonido del mar en sus noches, ni por la maravilla de la lectura en paz, o simplemente por el solo hecho de tumbarse al sol en sus paradisíacas playas.
Sin embargo, y aunque parezca que no, con Stephen igual sí que congenia, y en concreto, con la historia que ya he empezado y que me comprometo a leer en estas vacaciones, con la que puede, seguramente, tener similitudes, porque va de eso, de policías y ladrones o algo parecido; de delincuentes, en definitiva.
Como sabe Javi bien, mi hijo, me gustan esas lecturas relacionadas con el suspense, lo policiaco, y si hay un delito, un policía o abogado de por medio, mejor que mejor, es su regalo para mí en este ultimo cumpleaños.
Veremos...
Porque esta historia de King trata de personas en busca de empleo, de tragedias, de asesinos, de masacres, familias desestructuradas, de policías en busca de justicia y casos por resolver ...

"Mr. Mercedes"

Lo de Puigdemont no es un caso por resolver, es un caso pendiente, no de la justicia, o al menos no solo de ella, sino en estos momentos, más de intendencia, de qué hacer con él, con la sentencia, su sentencia condenatoria, en una mano y la Ley de Amnistía en otra. Amenazas, coacciones y órdagos son los que están encima de la mesa, patatas calientes ahora para los que, en el día a día de la política, y otra vez de la justicia, tienen que decidir, pero no nos olvidemos de una cosa, si un fugitivo viene a España todavía hay reglas que no se puede saltar, o eso creíamos, porque al final pasó:
Veni, vidi,vici (Julio Cesar, año 47 a. Cristo).

Pero por el momento me voy a olvidar de Puigdemont, que aunque da mucho juego, por cierto siempre en verano pasa algo llamativo, hace un año el descuartizamiento del caso Daniel Sancho, no es mi objetivo de análisis profundo en estos días de verano y vacaciones estivales. Entonces, nos olvidaremos de él, por ahora, de la movida política existente, el crispamiento, y los hechos acaecidos en Cataluña, que parecen, como decía al principio, más un relato de ciencia ficción de los de Stephen King, que la cruda realidad a la que nos enfrentamos.

En cualquier caso, ya que el máximo representante del Gobierno está missing o de vacaciones estivales, yo no voy a ser menos, que hoy mirando al Mar Mediterráneo pensé en Puigdemont!... tiene delito! Pero en realidad es mentira, solo pensé en escribir este artículo, porque eso es lo que tiene el mar y su sonido, que relaja e inspira...
Y como dirían los Carabelas... Mirando al mar soñé!

Buen verano, amigos lectores