Noticias de Cantabria
Opinión 06-07-2020 08:55

Las carpetas rojas del zulo (III), por el Dr. Alfonso Campuzano

La pregunta que surge, a bote pronto, es por qué cualquier jurista, y de oficio, no tiene el coraje de tomar nota, al menos actualmente, que obligue a instruir esta causa, que ayude a resolver judicialmente de un plumazo algo que aparece como tan evidente.

 

      La respuesta más inmediata es que hay familias –un 35% de la totalidad– que encargaron asesinatos por intereses ocultos y, de paso, cobrar herencias, siendo posible que no deseen que sus nombres sean propalados.

 

   Asimismo, y que nadie se asuste, surge el pringue de personajes importantes del partido político P.S.O.E. –con un 60% de órdenes–, que muy probablemente no quieran que se airee este tipo de reputación tan vil, ya que debería ser ilegalizado y, como mucho, refundado.

 

   Por último, en el epígrafe otros–un 5% de requerimientos–, que presumiblemente se opongan porque, entre ellos, figuran varios bufetes de abogados importantes (vídeo 22vídeo 25vídeo 26vídeo 31vídeo 33vídeo 34vídeo 36vídeo 37vídeo 38vídeo 48vídeo 60vídeo 61vídeo 62vídeo 63vídeo 64vídeo 65vídeo 66vídeo 67vídeo 75vídeo 76vídeo 81).

 

    Una base de datos confeccionada por el ex fiscal José María Mena Álvarez –sus papeles– y nunca por Alberto Royuela como han pretendido malpensantes.

 

   Es tan fuerte el muro de contención español que va a ser muy difícil el esclarecimiento de una realidad cada día más conocida, por no decir imposible, que algún jurisconsulto se atreva a instruirla, y tendrá que ser probablemente un tribunal europeo, o incluso estadounidense –el narcotráfico y sus ganancias también se mencionan en el expediente–, quien ponga la situación en el sitio que le corresponde (vídeo 32vídeo 47vídeo 49vídeo 53vídeo 72).

 

   Lo más extraño de todo es que, en un principio, la cúpula del entramado facineroso descrito, estaba representada por el jurista Carlos Jiménez Villarejo –con cargo de Fiscal Anticorrupción en Barcelona, perteneciente al partido político podemita–, hasta que cedió su papel de protagonista a José María Mena Álvarez –con cargo de Fiscal Jefe de Cataluña–, autor de los papeles manuscritos que atesora la familia Royuela, además de persona muy influyente en la Logia Masónica española y uruguaya, con el grado vigesimoséptimo (vídeo 24vídeo 27vídeo 68).

 

   Una de sus ocurrencias absolutistas fue ordenar que ingresaran cientos de magistrados en su sociedad secreta, que incluían la relación de seis asociaciones de jueces, prometiendo dinero y poder, además de jurar amargar la vida a quienes se negaran (vídeo 41vídeo 85).

 

   Ambos personajes, tanto Jiménez Villarejo como Mena Álvarez, se podrían calificar de presuntos sociópatas, de mente esquizoide, a la espera de que su legado pueda ser analizado por un psiquiatra (vídeo 23vídeo 28vídeo 35vídeo 46vídeo 50vídeo 52vídeo 57vídeo 58vídeo 59vídeo 79).

 

    Si el método aplicado no iba acorde con lo planeado se organizaba un acoso brutal hasta que cedía en el empeño y se producía el silencio perseguido. También están descritos chantajes a personas –seglares, sacerdotes, obispos, arzobispos– vinculadas a la Iglesia católica, a congregaciones, a diócesis, a Cáritas, al Partido Familia y Vida (vídeo 40).

 

  Los peones del sicariado, compuesto por cerca de una treintena de delincuentes –desconocidos entre sí–, fueron eliminados físicamente en la “Operación Chumi” antes de abandonar el cargo de fiscal con motivo de su jubilación, (vídeo 29vídeo 30vídeo 42 bis).

 

 

 

 

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