¡Gila en La Moncloa! Por Pedro Arce

Cada día Pedro Sánchez me deja más perplejo; ya sea con el Falcon y sus amigos gastándonos nuestros dineros; con el uso del dinero público sin ningún control y untando a sus más fieles socios y aduladores; con la pésima gestión de la pandemia, ya rayano en lo criminal; con la inutilidad y sectarismo en el reparto de los fondos de la Unión Europea; o con las acciones que día a día emprende, cada vez más descabelladas?

En los últimos días ha girado hacia el esperpento y el ridículo: se ha puesto la camisa rosa de ejecutivo de salón y con la cartera de presidente del gobierno vacía delante ha hecho como que llamaba y tomaba notas, diciendo que estaba resolviendo la crisis ucraniana; todo ello mientras sus socios de gobierno, se pasaban al bando pro ruso y le ponían pingando a él y a la ministra de defensa. Más ridículo no puede hacer y Gila estará partiéndose de risa de esta horterada.

Acto seguido, va Joe Biden y convoca por videoconferencia urgente, no de mentirijillas, a los principales líderes europeos y no invita a Pedro Sánchez, quizás pensando que ya se había ido a Kiev a dirigir las operaciones en directo, como si aquello fuera el volcán de La Palma.

¿Cómo le va a llamar el presidente americano? Si en una ocasión dijo que él eliminaría el ministerio de Defensa y todos sus socios, no solo odian a España y están en contra de la guerra, sino que son íntimos amigos de los mayores sátrapas del mundo: Putin, Maduro, Ortega, los Castro, el de Corea del Norte, el de Irán?

¿Qué ha mandado barcos y aviones al Mar Negro? Pura estrategia y trampantojo, porque intenta congraciarse con Biden, ya que en junio se celebra la reunión anual de la OTAN en Madrid. ¡Puro teatro!

Y además quiere lavarse su imagen con una visita al presidente de la Conferencia Episcopal, mientras ataca a la Iglesia Católica con desamortizar los bienes de la Obra Pía en Italia, amenaza con cobrar el IVA lo que no hace con los sindicatos o los partidos políticos, desprecia a los centros privados porque muchos de ellos son de órdenes religiosas, ningunea la enseñanza de la religión católica, mientras potencia la musulmana, a los que siempre felicita el Ramadán.

Qué se puede esperar de un gobierno donde unos protegen el lobo y dejan a los ganaderos indefensos; otros desprecian la carne y el turismo; hay quien acosa a la industria automovilística que ya está pensando en emigrar a otros países; y, en general, a todos los españoles les ha subido injustamente los impuestos, para empobrecernos más, pues está sediento de euros. En el camarote de los hermanos Marx había más seriedad.