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Opinión 10-05-2020 12:05

El misterioso corazón de la mujer, por el Dr. José Manuel Revuelta

Hace unos años, una publicación científica indicaba que el corazón de la mujer es un misterio. Siempre me han gustado los misterios, revelan ignorancia y estimulan la curiosidad. Desde la antigüedad, las artes plásticas muestran una imagen de la mujer frágil, delicada y débil.

 

 

    Según el Instituto Nacional de Estadística –INE-, el año pasado, la población española era de 46.7 millones, casi el 20% mayores de 65 años. Sorprende que 510.172 personas habían superado los 90 años y 15.756 los 100 años de vida, siendo mujeres el 80% de la población más longeva. En la actualidad, la esperanza de vida media de los españoles supera los 83 años (hombres: 80,52 años, mujeres: 85,89 años). Estos datos indican que la mujer vive alrededor 5 años más que el hombre.

 

A primera vista, daría la impresión de que esta supuesta fragilidad de la mujer podría tener cierto efecto beneficioso en la prolongación de su vida.

 

   

     Hace una década, estimulados por el supuesto “misterio” que encierra el corazón de la mujer, comenzamos a investigar diversos factores anatómicos, fisiológicos, bioquímicos, genéticos, epidemiológicos y patológicos que podrían influir en las posibles diferencias estructurales y funcionales del corazón de ambos sexos, cuyos resultados acaban de publicarse en una revista científica. 

 

 

Capacidad de adaptación sorprendente

      El análisis macroscópico del corazón de la mujer muestra que es de menor peso (15%) (mujer, ± 280 gramos; hombre ± 320 gramos), con cavidades más pequeñas (20%), menor grosor del miocardio (12%), válvulas más finas, así como unas arterias coronarias de menor calibre (25%) que el hombre.

 

     Al nacer, ambos sexos poseen semejante número de células contráctiles en el miocardio –cardiomiocitos- pero, mientras van incrementando su número y tamaño en el corazón del hombre, en la mujer apenas experimentan modificaciones durante toda su vida. El corazón del hombre sufre mayor número de muertes –apoptosis- de cardiomiocitos que la mujer (64 millones/año versus 6 millones/año).

 

      La mayoría de las células contráctiles del corazón poseen un núcleo (85%); en el hombre, se observa un progresivo aumento de los cardiomiocitos con dos núcleos, mientras que en la mujer, la proporción de cardiomiocitos mono/binucleares no se modifica. Se desconoce el motivo y significado de este interesante hallazgo científico y su repercusión en la función estructural del corazón de la mujer.

 

      En condiciones de reposo, el corazón de la mujer tiene una frecuencia media de 80 latidos/minuto, bombeando 4,5 litros de sangre cada minuto para proporcionar riego al organismo, mientras que el hombre tiene una frecuencia cardíaca menor de 70 l.p.m., expulsando unos 5 L/min.

 

 

Durante el embarazo, se pone de manifiesto la extraordinaria capacidad adaptativa y la impresionante fortaleza del corazón de la mujer.

 

 

      Las importantes demandas de oxígeno y sustancias nutritivas, por parte del feto para su crecimiento a un ritmo tan acelerado, obligan al corazón de la mujer aumentar su frecuencia y la cantidad de sangre que debe distribuir. Esta frecuencia cardíaca va incrementando de forma progresiva, mientras la presión arterial disminuye en el segundo trimestre, para incrementar de nuevo en el tercer trimestre del embarazo.

 

    Es realmente extraordinario observar como el gasto cardíaco normal de 4,5 L/min. aumentará hasta 7 L/min antes del parto; de hecho, durante el 9º mes del embarazo, el útero consume 1/5 del gasto cardíaco, incrementando un 30% adicional durante el parto y, posteriormente, experimenta un descenso brusco, hasta llegar a normalizarse un mes más tarde.

 

    Sin duda, estos cambios fisiológicos del corazón de la mujer sorprenden a expertos y profanos; su capacidad de adaptación solo puede entenderse por la existencia de una estructura miocárdica excepcional, con unos cardiomiocitos especialmente preparados para poder alimentar a otro ser vivo, durante 9 meses, con incremento progresivo, tan extraordinario, de demandas energéticas.

 

Las hormonas mandan mucho

   

     Como sabemos, las hormonas son sustancias químicas producidas por un órgano cuya función es regular las actividades biológicas del organismo y, de manera especial, del corazón.

 

    Desde hace años, múltiples evidencias científicas relacionan el estrógeno con la actividad cardíaca. Esta hormona, derivada del colesterol, se produce en los ovarios, las glándulas suprarrenales y la placenta.

 

   El estrógeno es un factor de crecimiento que estimula la proliferación celular, cuyos efectos actúan a través de los receptores del estrógeno, denominados ERα y ERβ, que funcionan como factores de transcripción, experimentando importantes cambios con la edad en la mujer y, particularmente, ante la gestación.

 

    El miocardio de la mujer tiene mayor dependencia de la glucosa que el hombre, constituyendo su substrato energético principal, de aquí su preferencia por los dulces. El estrógeno inhibe el TGF-β -Transforming Growth Factor β- actuando como un potente inhibidor del crecimiento celular, previniendo así, la hipertrofia ventricular y la aparición de insuficiencia cardíaca. 

 

    Por otro lado, la pituitaria, pequeña glándula del tamaño de una lenteja, situada en la base del cerebro, produce la hormona del crecimiento que juega un papel importante en la regulación de la muerte celular y el envejecimiento, protegiendo el miocardio, mediante la disminución de depósitos de lípidos en la pared arterial de las arterias coronarias.

 

   Encontramos en una publicación científica un dato sorprendente, que pasaba desapercibido, sobre que como el estrógeno estimula una mayor producción de la hormona del crecimiento en la mujer, hasta doblar la cantidad que en el hombre. Este importante hallazgo podría explicar, en parte, el excelente funcionamiento del corazón de la mujer, en el embarazo, el parto y a lo largo de toda su vida, con una sobrevida mayor -más de 5 años de promedio- que el hombre.

 

   Asimismo, la relaxina, hormona peptídica sexual de la mujer, no tan bien conocida, producida en el cuerpo lúteo del ovario, tiene acciones muy potentes sobre el sistema cardiovascular, siendo la sustancia química responsable de promover la necesaria vasodilatación arterial durante el embarazo, disminuyendo así el estrés del corazón.

 

 

El famoso cromosoma X

    Como sabemos, la carga genética de la mujer -cromosomas XX- es superior a la del hombre -cromosomas XY-; basta visualizar el tamaño del cromosoma X en comparación con el cromosoma Y. Las hormonas juegan un papel regulador en la expresión genética y, concretamente, el estrógeno en la mujer.

 

    Las proteínas cromosómicas de expresión genética Hand1 y Hand2, localizadas en el cromosoma 4, tienen un papel fundamental de la morfogénesis cardiaca, con diferencias en ambos sexos. Se han descubierto más de 6.500 genes que expresan de forma diferente, algunos muy activos en la mujer y otros en el hombre.

 

    En el prestigioso Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas -CNIO-, su actual directora, Dra. María Blasco, autoridad mundial en la investigación de la telomerasa, enzima que mantiene a los telómeros,  considera que “Envejecer no es nada natural”. Su línea de investigación preferencial trata de las acciones de la telomerasa sobre los telómeros, extremos de los cromosomas de ADN no codificante, que influyen en la división y el envejecimiento celular.

 

    Recientemente, un grupo de investigadores canadienses han descrito que las mujeres que tenían menos hijos mostraban sus telómeros más cortos que las que tuvieron más hijos. Una explicación de este efecto aparentemente protector en la mujer puede deberse a que el estradiol, una forma de estrógeno, aumenta mucho durante el embarazo. El estradiol protege la longitud del telómero, incrementando la actividad de la telomerasa, que contribuye directamente en esta acción protectora.(Barha CK et al. PloS ONE. 2016;11(1):e0146424)

 

 

     Hace una década, la dirección de la tesis doctoral de la Dra. Ana Rosa Alconero, sobre el diferente comportamiento de la cardiopatía isquémica e infarto de miocardio en la mujer, fue un importante estímulo para explorar este campo apasionante del corazón de la mujer. 

 

 

Más investigación, menos muertes

 

    Sorprendentemente, la primera campaña de prevención de la enfermedad cardiovascular dirigida a la mujer -American Heart Association- no fue realizada hasta 1997. Veinte años más tarde, el programa “Go Red for Women” informó sobre una reducción de la mortalidad cardiovascular del 50% en la mujer.

 

 

     Mayores beneficios en la supervivencia e incremento de la calidad de vida se conseguirían prestando mayor atención en profundizar científicamente en el análisis del corazón de la mujer y su comportamiento ante la enfermedad cardiovascular.

 

 

    La evidencia científica nos enseña que no parece conveniente confundir la delicadeza de la mujer con imágenes de fragilidad o debilidad.

 

 

El corazón de la mujer no es un misterio, es una maravilla de la Naturaleza.

 

 

 

 

 

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Comentarios(3):

PAD - 11-05-2020

Después de leer el magnífico artículo del Dr. Revuelta, creo que mi ritmo cardiaco se ha acelerado. ¡Cuántas reflexiones se pueden hacer sobre nuestra pequeñez! Los humanos hemos avanzado una barbaridad, aunque en lo social a veces da la impresión de que retrocedemos. Los científicos como el Dr. Revuelta nos pueden resolver muchas pequeñas-grandes cosas y la Medicina es la ciencia con la que los humanos nos enfrentamos en el día a día y nunca sabremos suficiente, a pesar de artículos tan magníficos como este. Mi enhorabuena, que hago extensiva a todos los médicos e investigadores. Galeno y Da Vinci se sentirían orgullosos.

- 10-05-2020

Magnífico artículo, como siempre, del Dr Revuelta.

CMM - 10-05-2020

He leído su articulo y me parece magnífico lo primero porque consigue trasladar al neófito el conocimiento para que más que lo entienda se meta en la inquietud en interés del autor. .Lo que más me gusta es el animo de conocimiento que traslada al lector.Repartiendo semanalmente conocimiento podemos trasladar el que se induzca los jóvenes en la investigación El problema querido Dr es que una vez conseguidos ls investigadores estos van al paro porque el dinero, a financiación , que lo hay se vaya al saco de lo mas visto que es lo que vende el político porque la ciencia requiere tiempo, dinero y dedicación y el político vende "colorines" para seguir en la poltrona