Noticias de Cantabria
Opinión 20-12-2021 14:30

DEFENSA DEL ESTUDIO DEL DERECHO DE LA IGLESIA Por Juan Goti Ordeñana Catedrático jubilado de la Universidad de Valladolid

Los gobiernos europeos se empeñan en erradicar los vestigios cristianos de nuestra cultura jurídica, porque saben que la religión de Cristo es la base de nuestra convivencia, por ello voy a tratar de mostrar cómo el Derecho, tan ejercitado hoy, nacen de la ideología de la Iglesia.

 

Los gobiernos europeos se empeñan en erradicar los vestigios cristianos de nuestra cultura jurídica, porque saben que la religión de Cristo es la base de nuestra convivencia, por ello voy a tratar de mostrar cómo el Derecho, tan ejercitado hoy, nacen de la ideología de la Iglesia.

Se entiende poco la moderna persecución al cristianismo, cuando es la base de la moderna convivencia social. La actual exclusión del estudio del Derecho canónico de la Universidad española supone un desconocimiento de lo que ha supuesto este derecho en la evolución y formación del Derecho europeo, en especial del español y, en consecuencia, es una gran perdida. El motivo es, porque es más aplaudido, en estos momentos, para conseguir la aceptación de la doctrina de los derechos fundamentales, el ocultar que sus orígenes se hunden en la doctrina canónica del medioevo. Creo que llegará el día en el que se estudie aquel viejo derecho canónico, al objeto conocer nuestra tradición jurídica.

Para excitar ese interés por la ciencia jurídica canónica, quiero exponer en varios artículos algunas notas significativas, que constituyen la base de las actuales ciencias jurídicas y que afectan a casi todo el panorama del derecho, pues en los estudios canónicos está la base de los derechos fundamentales, amén de los inicios de derecho penal y del derecho procesal, a lo que se debe añadir que marcó los principios del derecho internacional y político y, aunque pocos lo sepan, también los del derecho mercantil, que en gran parte se debe al trabajo de elaboración que realizaron durante el siglo XVI teólogos y canonistas. Por tanto, la ideología desarrollada por la Iglesia católica, fue la que proporcionó las bases y los principios de gran parte de la ciencia jurídica que hoy se estudia en nuestras universidades.

En primer lugar, el derecho canónico fue el puente que sirvió de paso del derecho romano y germánico al derecho actual. Y ahora, cuando somos tan inclinados a estudiar el derecho comparado, creo que es interesante recordar, pues es válido para toda la ciencia jurídica, lo que dice Cappelletti: «El modo mejor para poner en evidencia lo que hay de común en el derecho... de los ordenamientos europeos continentales ? por lo menos, o especialmente, de los ordenamientos de la Europa Occidental ? es someter los principios y los institutos fundamentales a una investigación histórica». Esto es lo que pretendo hacer en este momento: advertir que la Iglesia cristiana de occidente, al producirse la llegada de los bárbaros a lo que fue el solar del imperio romano, supo intermediar, con la ideología que traía de la enseñanza del evangelio, y recrear los principios jurídicos que facilitaron la vía para la evolución del derecho que requería la nueva sociedad.

En segundo lugar, quiero llamar la atención, dada la importancia que se da a la libertad en la sociedad actual, que es un derecho con una larga

historia, y que el proceso de emancipación de la libertad, no es una creación de los tiempos modernos, sino que tuvo un prolongado camino de maduración, partiendo de la doctrina evangélica y desarrollada por los santos padres de la Iglesia, por ejemplo, san Gregorio de Nisa, ya en el siglo IV, propugnó por la abolición de la esclavitud. Esta doctrina que con tantos siglos se adelantó a los que hoy día creen que es algo moderno, inventado por ellos, tiene su fundamento en la enseñanza de Jesús de Nazaret, con la afirmación de que todas las personas son hijos de Dios y, en consecuencia, iguales y libres. En cuanto al principio de legalidad, como dice G.H Sabine tuvo un prolongado camino de formación y fue elaborado por los estudios universitarios de la Edad Media.

La creación de los derechos fundamentales ha seguido una marcha lenta pero continua de desarrollo y maduración. En los modernos estudios nadie viene a investigar dónde está la raíz de estos derechos básicos, que hoy día parecen tan arraigados en el sentir de la sociedad, y que en muchos momentos se alegan con demasiada ligereza. Pero el mal está que se tienen poco en cuenta en la diaria labor legislativa, porque molestan a la tendencia del positivismo jurídico que pretenden imponer los gobiernos modernos.

Vamos a empezar nuestro estudio con el problema de la separación de la Iglesia y del Estado, tema tan de moda hoy día, no para estudiarlo sino para desechar las relaciones con la Iglesia. Tema, por otra parte, básico, para conocer los derechos humanos, pues su desarrollo, con enfrentamientos y guerras, ha marcado la marcha de la historia de Europa. La unión de lo político y lo religioso que se da en todos los pueblos antiguos, hasta considerarlo como uno sólo, se viene a romper y marcar una separación radical con una expresión de Jesús: «Dad el Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es Dios». Doctrina que se vuelve a olvidar cuando el Imperio romano, en el siglo IV, admite la religión cristiana entre las legítimas que se pueden practicar en sus territorios. Y se llega en esta ocasión a tal sumisión de la religión al poder civil, que se ve necesario plantear la separación con toda dureza en «la lucha de las investiduras» en el siglo XI. La separación se anunció como un lema encantador para los reformistas: la «libertas» de la Iglesia del poder civil. Siendo pretensión constante de la Iglesia luchar por la separación.

Sé el primero en comentar