Dani y su quesería Merrelamo en Campoo, por Pedro Arce Díez

     Años más tarde, en 1880, Claudio Napoleón Boffard instala en Reinosa una industria quesera dedicada a la fabricación de quesos franceses de tipo Port Salut y Camembert, que ampliaría con el Montes Claros, Ebro, Brie, Neufchatel, etc. y hasta tenía un puesto de venta en la estación del ferrocarril. A finales del siglo XIX también tuvo Reinosa la quesería del Marqués de Huidobro y también Ignacio Errazti elabora quesos Port Salut, Camembert y Brie, así como la Campurriana y Campoo de Arriba… La Guerra Civil y la prohibición de elaborar queso, acabó con la industria quesera campurriana.

      Hubo que esperar décadas para que Reinosa y la zona campurriana se subieran nuevamente al tren quesero de la mano de Manuel Arroyo, donde se formaron algunos queseros que comenzaron a elaborar queso artesano. ¡Lástima que algunas de ellas, como La Joyanca de Entrambasaguas, La Braña de Camino o Las Nieves de Celado de los Calderones hayan cesado en esta actividad!

   Hoy solo quedan dos queserías en Campoo-Los Valles, una en Valderredible y otra en la Hermandad de Campoo de Suso, de la que vamos a hablar en este artículo; en concreto, la quesería artesanal Merrelamo que está ubicada en la localidad de Villar, pequeño núcleo rural situado a casi mil metros de altitud, de menos de un centenar de habitantes y donde se encuentra su preciosa iglesia de los Santos Justo y Pastor del siglo XVI y en la que destacan sus retablos; además, en este lugar se encuentra el santuario de la Virgen de las Nieves o de Labra, patrona del municipio. ¡Y está en el camino de la Estación Invernal de Alto Campoo!

“Quesos Artesanos Merrelamo, Sociedad Limitada” es una quesería que comenzó su actividad en el año 2015, lo que quiere decir que es joven, como lo es su quesero, Daniel Abad Gutiérrez, Dani (Celada de los Calderones, 1989), quien después de realizar sus estudios en el CEIP de Paracuelles, ha pretendido seguir una tradición quesera, comenzando como autodidacta hasta conseguir hacer un queso tradicional y de gran calidad; me comenta que ha buscado practicar, preguntar, buscar en Internet y asesorarse de las personas mayores que hacían queso hasta conseguir un producto quesero a su gusto y al gusto de los consumidores. Y algo que es importante en los actuales tiempos, pues comenzó paralelamente con la ganadería vacuna y ovina, en la zona de Villar-Celada, llegando a poseer hasta 200 ovejas. Y rescatar la ganadería ovina y caprina, puede ser una forma de preservar mejor el medio ambiente y obtener un producto autóctono, además de fijar la población al territorio rural, que es la Cantabria más despoblada.

    Sin embargo, actualmente no ordeña su propio ganado y adquiere la leche de oveja y cabra y, excepcionalmente de vaca, para elaborar sus quesos; la leche de oveja la adquiere en Carranza, la de cabra a Israel, el de Queveda, y cuando precisa leche de vaca, se la adquiere a Chema, el de Nestares. Es una quesería familiar y dos personas trabajan en la misma, él y su pareja, Andrea.

   Utiliza leche cruda de oveja y cabra para elaborar quesos de pasta prensada, curados y semicurados con una personalidad muy acusada, quizás muy influenciados por el queso castellano y extremeño que hacían los pastores trashumantes que en verano pastaban en la comarca campurriana y con cuya simbiosis también surgió el logotipo de una cabaña, como aquellas que utilizaban los pastores de la zona. Son quesos elaborados con leche cruda para conservar el carácter propio de una leche de pasto y con un periodo largo de maduración. Las piezas tienen un formato de ½ Kg. y 1 Kg., tanto en semicurados como curados, y tienen un gran éxito, tal como lo ha expresado el cocinero y gastrónomo Floren Bueyes.

    Hace un tiempo elaboraba quesos del Talego, que era un queso tradicional de la zona y que deseaba recuperar, pero no era muy aceptado por los compradores, quizás por la forma, y lo ha dejado de hacer. El queso del Talego se elaboraba tradicionalmente en las zonas de Liébana, Campoo y Polaciones y tiene la característica de que, una vez cuajada la leche, se colgaba de una gasa o “talegu” para desuerar y después madurar y la forma no era muy regular, pues el molde es flexible; sin embargo, es un queso cremoso y de agradable sabor.

     La venta la realiza en la propia quesería, participa en ferias y mercados y también vende en la comarca campurriana, fundamentalmente a la hostelería y también vende por Internet.