¡A Vox se le han visto las enaguas…!, por Pedro Arce Díez

      Con la que está cayendo en lo político, sanitario y económico (Por este orden), los diputados de España se han dedicado este pasado jueves a los juegos florales, sin preocuparse de los grandes problemas que nos atenazan a los ciudadanos. Incluso el bipartito PSOE-Podemos ha hecho un intento de subirse los sueldos, abortado por la oposición.

         Pues, bien; la anunciada “moción de censura” al Gobierno, publicitada por Vox a bombo y platillo durante todo el verano, se ha presentado y debatido y, lógicamente, no ha prosperado, algo que ya sabíamos todos, creo que incluso Vox. Y considero que esta moción es un retorcimiento de la letra y el espíritu de la Constitución y flaco favor nos hacen a la ya manoseada norma básica, pues una moción de censura debe ser “constructiva” según el Art. 113, no “destructiva”.

Y el ciudadano se preguntará, ¿Pues, entonces, para qué la han presentado?

       Pues la han presentado como un juego dialéctico para atacar a tirios y troyanos; fíjense que por un momento yo he pensado que era una moción contra Xi Junping o Hilary Clintón. Vox ha pretendido denostar a este Gobierno de España que lo está haciendo catastróficamente mal, análisis que muchos españoles hacemos; pero parece que su objetivo básico era atacar en la línea de flotación al PP y parece ser que era su verdadero adversario político. ¿Pensaba que el PP se iba a tragar el anzuelo de su despropósito?

        Pero Pablo Casado le ha salido respondón y le ha leído la cartilla y ha puesto las cosas en su sitio; y lo ha debido de hacer bien, pues hasta Santiago Abascal se ha cogido una rabieta monumental, amenazando con romper los ya débiles pactos que tiene, por acción u omisión, en Andalucía o Madrid, por ejemplo. Y si lleva a cabo cualquier acción de este tipo, muchos ciudadanos veremos que esta rabieta es impropia de quien quiere ser un líder y cualquier consecuencia para la derecha, será culpa suya. ¿O piensa en mociones de censura con la izquierda para desalojar al PP de algunas comunidades y ayuntamientos?

        Es decir, la política se ha enfangado un poquito más y Vox ha sido el principal responsable; también ha conseguido reforzar al Gobierno de España y cohesionar un poquitín más el equilibrio inestable de PSOE-Podemos, por lo que ya estarán descorchando el cava. A no ser que a Pedro Sánchez le haya servido, después del tirón de orejas de Europa, para congelar su reforma judicial, pactar los miembros del CGPJ con el PP y dejar en fuera de juego a Podemos.

        En definitiva, que Pedro Sánchez está frotándose las manos, Santiago Abascal ha quedado en evidencia con un discurso donde pocas propuestas constructivas ha presentado, y el PP ha salido reforzado, especialmente su líder, y quizás esto suponga un cierto movimiento de votos en la derecha, pues muchos votantes de esta derecha de arenas movedizas comenzarán a darse cuenta que la dispersión del voto solo beneficio a la izquierda y que por ese camino tendremos un gobierno de izquierda para mucho tiempo, aunque sea inestable, sectario e ineficaz. ¿O los votantes de derecha van a seguir dando carrete a Vox?

         El PP ya está harto y ha puesto las cartas boca arriba y ha roto la posible coalición o, al menos, la ha dejado malherida. ¡Hasta aquí hemos llegado!, ha dicho Pablo Casado en su intervención, erigiéndose en el gran ganador del debate, cuando llegó al mismo como el cordero a degollar. ¡Ha demostrado ser el líder de la derecha, algo que estaba en entredicho! Y repartió mandobles de forma inmisericorde a Vox y Podemos; y lo hizo de forma segura, respetuosa, lucida y contundente, dejando perplejo y confundido al propio Santiago Abascal.

       Y ahora, después de esta tempestad política, los ciudadanos queremos que los gobernantes y todos nuestros representantes comiencen a pensar en cómo resolver nuestros problemas para hacernos la vida más cómoda y aceptable y se dejen ya de una vez de insultos, florituras verbales, ataques inconmensurables y demás zarandajas dialécticas, que solo conducen a crispar la vida política; y menos mal que los ciudadanos aún no han sido muy contaminados por esta indeseable ruptura social, a que parece que nos abocan los peores políticos de España desde la Transición.

Conclusión, que Vox ha ido por lana y ha salido trasquilado; ¡Y se le han visto las enaguas de su despropósito político!