El osezno encontrado en mayo se recupera en Cantabria a la espera de su vuelta a León
El osezno encontrado el pasado mes de mayo en estado de deshidratación en el municipio leonés de Igüeña se recupera en el Centro de Recuperación de Fauna de Villaescusa (Cantabria) a la espera de ser trasladado próximamente de vuelta a León para continuar con su rehabilitación.
Según han indicado a Europa Press fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, el ejemplar de oso podría ser trasladado en aproximadamente 15 días al centro de recuperación de especies de Valsemana, en la provincia leonesa. Allí se espera que permanezca cerca de otros dos meses antes de poder ser puesto en libertad.
Por otro lado, las mismas fuentes han confirmado que no ha vuelto a haber noticias de la osa y su cría que se refugiaron en una cueva de la Montaña Palentina tras ser atacados por un oso macho adulto el pasado mes de junio. En este sentido, han aclarado que dada la complejidad de estas cuevas resulta complicado poder determinar qué ha ocurrido con la madre y la cría.
Agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León recogieron el pasado 21 de mayo a este osezno en estado crítico en un camino de la localidad leonesa de Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, perteneciente al municipio de Igüeña.
Un vecino del pueblo se había percatado de la presencia del animal y avisó a los agentes medioambientales, quienes le recogieron y los trasladaron a Bembibre (León), donde dos veterinarios de la red de centros de recuperación de animales silvestres de la Junta procedieron a su primera valoración, y posteriormente fue traslado al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Valladolid, lugar en el que ha estado antes de viajar a Cantabria, donde se recupera actualmente.
En la primera valoración se observó que el ejemplar se encontraba en estado de shock, con una deshidratación muy severa y muy baja condición corporal.
En la zona donde se encontró al osezno los equipos de campo de la Junta de Castilla y León tenían controlada una osa con tres crías del año, que en días previos habría podido sufrir la pérdida de dos de ellas por ataque de un macho al estar en plena época de celo.
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