Un Juzgado perdona a un vecino de Laredo una deuda de 1,5 millones derivada de unos avales a una empresa textil
Era socio con un 5% de participaciones pero se le exigía la totalidad de la deuda, igual que a su hijo, a quien ya se le exoneró hace unos meses
SANTANDER, 20 (EUROPA PRESS)
El Juzgado Mercantil número 1 de Santander ha perdonado una deuda de 1,5 millones de euros a un vecino de Laredo que se vio envuelto en una situación de insolvencia a raíz de unos avales solidarios a una empresa del sector textil de la que era socio con un 5% de participaciones.
En una sentencia dada a conocer por el despacho que se ha ocupado del caso, Bergadà Asociados, el juez exonera del pasivo insatisfecho al cliente al aplicar la Ley de la Segunda Oportunidad.
Los hechos se remontan al año 2018, cuando después de años trabajando como comercial para una importante firma de moda junto a cinco compañeros de trabajo, entre ellos su hijo, decidieron constituir una empresa dedicada al mismo sector.
Sin embargo, el afectado asegura que, dada la confianza "ciega" que tenían en la persona que propuso al resto la creación de la empresa, no leyeron que lo que estaban firmando eran avales solidarios, por lo que en caso de quiebra tendrían que asumir toda la deuda pese a las pocas participaciones que tenían.
En un comunicado remitido por el despacho, el hombre señala que al principio la empresa fue "muy bien" y facturó "más de 3 millones de euros" en un año, pero a raíz de la pandemia surgieron problemas económicos y con el socio que tenía más participaciones, que pidió al resto firmar otro préstamo y les "negó" que vieran las cuentas.
Así, en julio de 2020 el hombre, junto a su hijo y otros tres socios, decidieron salirse de la empresa, "pero ya era tarde, porque había una deuda de un millón y medio de euros" y se les empezó a exigir a todos por igual, independientemente de las participaciones que tuvieran, ya que habían firmado avales solidarios.
Ahí empezaron "cuatro años de auténtica pesadilla". "Las entidades bancarias me llamaban los siete días de la semana y a cualquier hora, incluso por la noche y los fines de semana", relata el hombre, que añade que le embargaron la casa el mismo día que cumplía 25 años pagándola.
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