Noticias de Cantabria
Editorial 04-08-2024 06:20

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La tertulia de Claudio Acebo y un no rotundo a las prohibiciones  Carlos Magdalena

Luego se entró de lleno en recordar quien no había sido joven y alguna vez participado en este tipo de fiestas y lo que no se puede es perseguir a los jóvenes y jóvenas porque beban en la calle en ciertos lugares algo apartados como son los bajos del Sardinero o en el Camello y ahora en el Puntal apuntando  a ver quién puede tomarse una copa a un precio de 15 euros cuando eres un adolescente.

 

 

 


Casi sin quererlo, y aún cuando parecía que el tema iban a ser  las elecciones de Venezuela y cómo ha ganado Maduro cuyo triunfo algunos, muchos, ponemos en duda, resultó que la tertulia versó sobre el turismo que queremos para Santander y las masificaciones en las ciudades, en Santander también

 

 

                                     

La intervención de Dani Fernández calentó la tertulia cuando nos comentó a micrófono abierto que hace unos días vio en una furgoneta enfrente del antiguo Rhin como estaban preparando una paella y no le pereció bien. Y es entonces cuando surgió la polémica vertebrada fundamentalmente entre el director del programa y el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento. ¿Qué queremos un turismo de primera, de calidad, o un turismo de segunda, también llamado de alpargata y bocadillo?

¿Qué  turismo queremos para Santander el de ayer o el de hoy?


Yo me manifesté apelando al cambio que ha experimentado la sociedad y apuntar que esto de la paella sería impensable años atrás, ahora la sociedad está muy mezclada y como vio Dani ya ocurren estas situaciones  y se tolera. Es aquí donde empiezan las valoraciones de si se debe permitir o no se deben permitir según que situaciones. En definitiva lo de prohibir o ser permisivos y no prohibir. Y es ahí donde nos metemos en un bucle que es difícil de salir, porque cada uno opinamos de una manera o de otra.


Claudio recordó su infancia y juventud de cuando venía desde Valladolid a ver el mar, y no se apunta a las prohibiciones ni nada de nada, ni mucho menos distingos entre un turismo y otro.
No entendía el que la opinión de Dani fuese la de la prohibición dado su signo político, María Luisa Peón intentó sembrar la paz y nos recordó cuando estuvo en la oposición en Torrelavega el gentío que había y como había que ser bastante templado en su regulación porque no es lo mismo ver los hechos gobernando que desde las barreras. Dani insistió con la masificación, los botellones, las despedidas de soltero? que esto había que regularlo porque causaban más inconvenientes que convenientes, entrando de lleno en apelar a la educación pero es muy cierto que la educación empieza en los colegios o antes y siguen las familias o viceversa porque es el núcleo familiar el principal educador.


Luego se entró de lleno en recordar quien no había sido joven y alguna vez participado en este tipo de fiestas y lo que no se puede es perseguir a los jóvenes y jóvenas porque beban en la calle en ciertos lugares algo apartados como son los bajos del Sardinero o en el Camello y ahora en el Puntal apuntando  a ver quién puede tomarse una copa a un precio de 15 euros cuando eres un adolescente.


Pero Claudio quiso ya cortar el tema e insistió en que dejemos en paz la valoración hacia esas familia que se hacen la  paella donde pueden y nos centráramos más en las ratas, en las cucarachas, en la limpieza en general de nuestra Ciudad mientras María Luisa sigue sembrando la paz llevando el tema  a que lo mejor que tiene ahora Santander es su climatología, que no hace excesivo calor y que tenemos fiestas en toda Cantabria y no sólo en Santander, que nuestra Comunidad es un refugio climático y nos enseñó una foto del festival de los jóvenes que se realizó hace unos días en el Puntal, con unos wafles y unos micrófonos. Hay que dejar que los jóvenes sean jóvenes y respetarles siendo un poquito permisivos  porque algunos, dice Claudio, tienen la piel finísima y sólo quieren prohibiciones aunque  no vendría mal que al final utilizasen unas bolsas y metiesen los restos de la fiesta, todo hay que decirlo.

 

 

                         

Todos somos partidarios de casi no prohibir nada y acudir a que los comportamientos sean responsables primando la educación, el respeto hace mucho y no todo vale. Cierto que han pasado muchos años y el turismo ha cambiado o dicho de otra manera hay que adaptarse a los nuevos usos y comportamientos ciudadanos y lo que antes era prohibición ahora ya no lo es.
Un debate muy complicado que requiere mucha delicadeza porque nada es blanco ni nada negro y aquí "el depende" sí importa.

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Comentarios(1):

oyente - 04-08-2024

totalmente de acuerdo con vosotros pero no con el socialista