El coro Adamar y la Camerata Altamira interpretan el domingo el Requiem de Salieri en San Vicente de la Barquera
La Iglesia de Santa María de los Ángeles, en San Vicente de la Barquera, acogerá este domingo, 9 de noviembre, un concierto homenaje al compositor Antonio Salieri en el 200 aniversario de su fallecimiento.
El coro Adamar, junto con el ensemble instrumental Camerata Altamira serán los protagonistas de esta cita musical que contará, como solistas, con Sara Castrillo, soprano; Ainhoa Zubillaga, mezzosoprano; Federico Teja, tenor, y Juan Laborería, barítono.
Se trata de una propuesta que cuenta con la colaboración de la Fundación Camino Lebaniego y la Dirección General de Cultura del Gobierno de Cantabria y que se repetirá el 29 de noviembre en la Iglesia de La Asunción de Laredo
Más de 40 músicos de Cantabria participarán en este concierto que, dirigido por Carlos Díez, fundador y director titular de la Orquesta Sinfónica Ciudad de Getafe, se abrirá con la Sonata de Iglesia número 15 de Mozart, continuará con la cantata compuesta de forma conjunta por Salieri y Mozart 'Per la ricuperata salute di Ofelia', y concluirá con la interpretación del Requiem de Salieri, obra que el compositor escribió para su propio funeral.
El repertorio se ha elegido fundamentalmente para revitalizar y homenajear a este compositor al que la historia no siempre ha hecho justicia, pero también, según explican sus organizadores, para mostrar que "a pesar de lo mucho que se ha insistido sobre la rivalidad entre Salieri y Mozart, hay muchos datos que demostrarían que eso no es cierto".
En este concierto interpretarán 'Per la ricuperata salute di Ofelia' una composición conjunta que escribieron para animar a una soprano que enfermó justo antes de un estreno. La partitura fue descubierta en 2015 en Praga y, a pesar de que la versión original era par voz y piano, en este concierto se estrenará en España con un arreglo para orquesta de T. J. Herrmann.
Antonio Salieri (1750-1825) desarrolló la mayor parte de su carrera en Viena, donde llegó a ser maestro de capilla imperial. Destacó especialmente como compositor de ópera, con más de 40 títulos, y entre sus alumnos figuran grandes compositores como Schubert o Liszt.
El Requiem, escrito en 1804, es una pieza cargada de espiritualidad que demuestra su dominio del contrapunto y que será la gran protagonista del concierto de este domingo.
Su director, Carlos Díez, explica que la composición coincidió en el tiempo con el Requiem de Mozart, el más famoso de la historia de la música y, tal vez por eso, no ha recibido la atención que merece. "Puede que la misa de Requiem de Salieri no tenga el carácter y la fuerza que se aprecia en algunos números del de Mozart, pero muestra una visión más íntima, más acorde a lo que es una misa de difuntos. Es una composición que, ahora que se está recuperando conseguirá, sin duda, la relevancia que merece".
Díez destaca como curiosidad el hecho de que la obra, escrita para orquesta, coro y solistas, elimina los instrumentos de cuerda en el último número, Libera Me, algo que respondería al hecho de que Salieri quería que esa composición se interpretase en su propio funeral y tenía pensado que al final de la ceremonia una comitiva cargara a hombros el ataúd con su cuerpo para procesionar hacia el cementerio. "Y aunque la cuerda es quien normalmente lleva el peso en la orquesta, no es posible caminar tocando algunos instrumentos, por lo que Salieri puso todo el peso de ese último número en la sección de viento".
Sé el primero en comentar