El miedo al alarmismo ha hecho que corramos riesgos indebidos

Nos hemos "topado" con distintas manifestaciones el Día Internacional de la Mujer respaldadas por nuestro gobierno que a su vez, dice respaldarse en el consejo de la comunidad sanitaria. ¿Cómo es posible que unas justificaciones pisen a otras para ocultar que ha existido una negligencia como no hemos conocido en nuestra historia que no tiene ninguna defensa, y mucho menos, ninguna indulgencia?

Casado hablaba esta semana de existir o no existir rédito electoral, y en el punto en el que nos encontramos, ni mencionarlo debería, porque los ciudadanos merecen una gestión brillante; más ahora que nunca, y para ello es absolutamente necesario, "aparcar" la política para actuar con plena capacidad, y con toda la cordura que parece se ha perdido.

Las manifestaciones celebradas el pasado domingo en cualquier lugar de la geografía de España ha dejado boquiabiertos a los países europeos que nos miran con estupor, viendo como se ha vulnerado el derecho de las personas a preservar una mínima garantía de proteger su salud. Y son nuestros políticos y gestores de la sociedad quienes se han tomado la libertad de jugar con la salud de los ciudadanos aun a sabiendas de un "guion de película macabra" que ya existe en 140 de países del Mundo. 

En España, damos muestra de un aletargamiento y estupidez, porque no se puede definir de otra manera, que nos ha llevado a permitir que la conexión aérea con Italia se haya cancelado hace escasos días, que se autoricen manifestaciones cuando en Alemania o Francia, por mencionar a los más colindantes, se negaban a su celebración viendo el panorama mundial y con buen criterio protegiendo a sus ciudadanos. Aquí todo llega tarde y mal, y no servirán las lamentaciones porque ni siquiera conocemos ahora su alcance, no tenemos ninguna garantía ni experiencia en el Coronavirus salvo su virulencia.

En esta sociedad de España donde habitualmente se permiten actos que serían impensables en otros países, sepamos todos que esta vez no es un juego, y el planteamiento más serio sería pedir explicaciones a nuestros políticos por todas esas imprudencias que esconden o respaldan, no sabemos el qué.. 

El miedo al alarmismo que han tenidos nuestros políticos ha hecho que corramos riesgos indebidos, quizá lo que necesita el ciudadano es que le hablen claro y rotundo, los mismos criterios en todas las comunidades autónomas, unidad de nuestros políticos y mismos patrones de seguimiento que ya han tomado otros países con más experiencia, para que la sociedad española pueda asumir y actuar en consecuencia y guiados por una gestión que esté respaldada por nuestra comunidad científica y de la salud. Nuestros políticos en esa unión de partidos, deben de echarse a un lado para seguir los criterios y directrices que se marcan de la UE, y de nuestros expertos de la sanidad española. Y hasta que la situación no ha sido critica, parece que ha primado el poder político sobre la gestión humanitaria y sanitaria.

También hemos de reconocer que nuestros políticos se han encontrado con una situación muy complicada, y aunque pedimos excelencia en su gestión, comprendemos su dificultad, e incidimos en que ese apoyen en otros sectores que tengan los recursos necesarios para guiar en la toma de decisiones.

Los ciudadanos estamos percibiendo que se han corrido riesgos muy serios que en algún punto se podrían evitar, y proteger a los colectivos más vulnerables como son las personas mayores, sin olvidarnos de nuestros niños y jóvenes, donde se echa de menos una unificación de la gestión en todas las comunidades autónomas, porque sin lugar a duda,  ellos algún día agradecerán esta política de protección.

Los ciudadanos de España hemos tomado conciencia del colosal problema  que se avecina esta semana, y lo más curioso, es que esa toma de contacto con la situación critica que estamos viviendo todavía no se ha afianzado entre las personas porque no ha existido una comunicación formal y consecuente desde nuestros gobernantes. Debemos tener en cuenta que es un camino progresivo que ha comenzado hace escasos dos días y se seguirá corriendo riesgo de contagio entre las personas por esa falta de concienciación de la sociedad. Es decir, NO estamos de vacaciones, lo que está ocurriendo es tan grave, que por ello, escribirá la historia de la humanidad.