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Coronavirus 21-05-2020 10:00

Se trata de una vacuna novedosa de ADN recombinante

El CSIC busca una vacuna para el COVID-19 que en dos meses podría probarse en ratones

El método consiste en colocar el gen del antígeno en un `vehículo` sintético de ADN (un plásmido) que pueda ser introducido en el organismo del paciente e inducir la protección frente a la infección. El equipo está sintetizando las moléculas de ADN correspondientes que se introducirán en el `vehículo` y en dos meses podría empezar a probarse en modelos de ratón.

 

   Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) está trabajando en una vacuna para el COVID-19 mediante el uso de un gen de un antígeno del propio coronavirus SARS-CoV-2 para estimular la inmunidad del receptor.

   El método consiste en colocar el gen del antígeno en un `vehículo` sintético de ADN (un plásmido) que pueda ser introducido en el organismo del paciente e inducir la protección frente a la infección. El equipo está sintetizando las moléculas de ADN correspondientes que se introducirán en el `vehículo` y en dos meses podría empezar a probarse en modelos de ratón.

   Este procedimiento ya ha sido probado en una vacuna para la leishmaniasis canina que se encuentra en la fase IV (petición a la Agencia Europea del Medicamento del permiso de fabricación y comercialización), según explica el director del estudio, el profesor de investigación `ad honorem` del CSIC Vicente Larraga, del Centro de Investigaciones Biológicas-Margarita Salas.

   Este desarrollo de vacuna protectora presenta una ventaja adicional: el proceso de escalado industrial del candidato a vacuna ya se ha realizado previamente, lo que adelantaría notablemente la fase industrial de fabricación, las pruebas en humanos y su producción posterior, si los resultados de las pruebas fueran positivos.

   Con este, ya son tres los proyectos del CSIC que buscan una vacuna para el coronavirus, junto a los que dirigen Luis Enjuanes e Isabel Sola, y Mariano Esteban y Juan García Arriaza, ambos del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC).

   "Se trata de una vacuna novedosa de ADN recombinante que introduce, en el animal a vacunar, en lugar del parásito atenuado o un fragmento del mismo o una proteína purificada, el gen de un antígeno del parásito que induzca protección frente a la infección del mismo", detalla Larraga.

   El investigador explica que esta vacuna utiliza como vehículo de vacunación un plásmido sintético de ADN (pPAL) que ha sido desarrollado en su laboratorio y que permite la integración del gen del antígeno escogido del parásito en el material genético de las células del mamífero receptor y la producción por las mismas del antígeno, que es entonces reconocido por el sistema Inmune del animal vacunado e induce protección cuando se produce la infección natural.

   Este procedimiento puede ser utilizado también en el caso del virus SARS-CoV-2, ya que se ha desarrollado como vehículo para mamíferos, incluido el hombre. En este caso, se ha elegido como posible antígeno protector de vacunación la proteína S (spike) de la superficie del virus y sus subunidades S1 y S2, que son utilizadas por el mismo para anclarse en la membrana de la célula objetivo y penetrar en ella.

   "Se trata, pues, de una vacuna sintética con un vehículo de ADN en el que se introducirán los genes correspondientes a la proteína S del virus completa y a las subunidades 1 y 2 de la misma. En estos momentos se están sintetizando las moléculas de ADN correspondientes que se introducirán en el vehículo previamente desarrollado", explica Larraga.

   Según añade, este proceso debería desarrollarse a lo largo de los meses de mayo y junio para, a continuación, probar su seguridad y eficacia frente a la infección por el virus en el modelo de ratón, bien en animales transfectados con el receptor humano de ACE2 o similares. "Si los resultados fueran positivos, se comenzarían las fases I y II de prueba en humanos", detalla.

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