Basauri será la planta menos afectada por el plan de ajuste de Sidenor

   

   

La fábrica de Basauri, que da empleo a más de 700 trabajadores, será la menos afectada por el proceso de regulación de empleo que negocia la dirección de Sidenor con los sindicatos; y, a la vez, será la más beneficiada por el plan de inversiones, que supondrá una inyección de cien millones de euros en sus instalaciones, de los que 36 se aplicarán el próximo mes de agosto. La primera reunión para negociar el ERE de suspensión temporal de empleo, que afectará a todas las plantas del grupo, tuvo lugar ayer, y de la misma, según fuentes sindicales, cabe concluir que la dirección quiere negociar en el mismo paquete la reorganización de los centros de trabajo, el ERE y un nuevo convenio colectivo.
Los sindicatos rechazan negociar medidas de flexibilidad junto a las de regulación de empleo

Según la documentación entregada por Sidenor a los representantes de los sindicatos UGT, CC OO, USO, ELA, LAB, ESK y CSIF, la regulación de empleo afectará a un máximo del 50% de la plantilla del grupo, compuesta por unos 2.300 trabajadores, aunque en diferente intensidad en cada planta a lo largo de dos años. Así, después de Basauri, con una regulación máxima del 20%, las fábricas menos perjudicadas serán las de Álava, con un 35% tanto en la de Vitoria como en la de Legutiano, mientras que, como ya era conocido, la peor parte se la llevará la guipuzcona de Maltzaga, que será cerrada y su producción y empleados trasladados a Vitoria.

Reinosa y Azkoitia, con un 75% y un 62% de regulación, respectivamente, serán las siguientes instalaciones más afectadas. Una de ellas, aún por decidir, concentrará la producción de las dos. Por su parte, las oficinas centrales y las instalaciones de Legazpi y Azuqueca de Henares suspenderán el contrato a un máximo del 50%, y la planta barcelonesa de Polyna lo hará en un 39%.

Los planes de la compañía, según informaron los sindicatos, contemplan como medidas de acompañamiento al ERE excedencias voluntarias, bajas y jubilaciones incentivadas; suspensiones voluntarias de contrato y otras. Además, propone medidas de flexibilidad de jornada, vacaciones y calendario laboral; aumento en 80 horas de la bolsa de disponibilidad; medidas de formación fuera de la jornada laboral...

Todo ello lo plantea la empresa, según recordó a los representantes sindicales, con la intención de reducir la plantilla y mejorar la competitividad para hacer frente a las pérdidas económicas, en una situación heredada del anterior propietario, el grupo brasileño Gerdau.

Los sindicatos han recibido mal los planteamientos de Sidenor y han coincidido en que las medidas de flexibilidad sean negociadas al margen del ERE, dado que no se corresponden con ese marco de negociación. Para UGT, si se quiere hablar de esas materias, habrá que «abrir otras mesas»; ELA ve en el plan «más recortes y pérdida de derechos»; USO exige mantener el empleo y la vinculación al grupo de todas las plantas, y LAB reclama trabajar en un plan industrial de las factorías vascas. A su juicio, no existe motivo para la propuesta de la empresa.
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