El Yamamay en la clase I, el Airan V en la II, y el Oriental Girl en la III, se hicieron con la victoria en la jornada inaugural del XXII trofeo SAR Príncipe Felipe de Borbón – Cantabria Infinita.

Este sábado, ha dado comienzo la actividad para la vela pesada santanderina en el VI trofeo Internacional Ciudad de Santander con la primera tirada para las clase Crucero y J80, con la XII regata SAR Don Felipe de Borbón – Cantabria Infinita; trofeo que ha sido la regata más importante del Crucero Cántabro durante décadas; evento que por sí mismo tenía entidad propia, siendo referente de la Vela de Crucero en el Cantábrico; Regata que creo, y fue su máximo impulsor Antonio Gorostegui, que consiguió que las mejores tripulaciones del Cantábrico acudiesen a competir en él, habiendo tomado parte en el mismo tripulaciones Gallegas, Asturianas, Vascas, Guipuzcoanas y Francesas, además de los clubes cántabros de Laredo, Castro Úrdales, y Suances; evento que siempre se ha celebrado durante tres jornadas, en las que se realizaban 4 pruebas; unas sobre un recorrido barlovento – Sotavento, y otras sobre un recorrido fijo, llegando reunirse para la celebración del mismo hasta 36 tripulaciones de crucero y 18 de j80.

En esta ocasión el evento ha sido incluido en la Semana Internacional de Vela Ciudad de Santander, y en su anuncio de Regatas no figura como organizador el equipo de regatas Toño Gorostegui, siendo organizado por el RCMS, con la colaboración de la Autoridad Portuaria de Santander, el Gobierno de Cantabria y el Excmo. Ayuntamiento de Santander, entidades que patrocinan la VI regata Internacional Ciudad de Santander, y que en esta edición, para este evento se ha reducido la competición del mismo a tan solo dos días, con la celebración de tan solo 2 pruebas, ambas sobre uno de los múltiples recorridos fijos que están recogidos en el programa de regatas del RCMS, siendo chocante el que no se hayan programado recorridos barlovento sotavento en esta edición, y que el evento más importante de Crucero solo se realice en dos jornadas, con tan solo dos pruebas.

En la celebración de esta edición, que hace la XXII del trofeo SAR Don Felipe de Borbón – Cantabria Infinita, lejos quedan la participación en la misma de tripulaciones de la costa Cantábrica y Francesa en la clase Crucero; limitándose, esta edición de la regata que fue señera en Cantabria, a la participación de tripulación locales del arco de la Bahía, con la sola participación de una embarcación foránea, del RCNL, siendo 18 las tripulaciones que se han inscrito para la ocasión; 3 de la clase I, 6 de la clase II, y 9 de la clase III, de las que tan solo han participado 17, de las cuales varias carecen de certificado, que les será designado por la organización.

La clase J80 solo han inscrito dos tripulaciones como clase, con lo que no tomará parte en esta edición como clase individual, al exigir el A.R. la participación de al menos 5 unidades para dar la regata, con lo que en esta ocasión ambas han navegado con los cruceros.

La tirada ha contado con viento del cuarto cuadrante que ha soplado con una intensidad de 5 a 12 nudos, haciendo complicada la salida de la bahía, pero sobre todo la entrada a la misma, en las que el viento rolaba más de 40º, produciéndose en el último tramo de la navegación en la bahía pozos en los que el viento llegaba a encalmase, con el agravante de encontrase la marea en vaciante, con lo que el esfuerzo realizado por las tripulaciones en las más de 11 millas de navegación no han servido para nada, siendo la suerte, la que determinaba la clasificación.

Para la jornada inaugural el evento se ha determinado el recorrido 7.1 del programa de regatas, que según este tiene una distancia de 10.9 m.n., sin embargo en la publicación de los resultados, figuran 12.0 m.n. las navegadas. El recorrido a realizar hoy ha sido anunciado en el TOA horas antes de la salida; publicación que debía de hacerse siempre para que los participantes supiesen con tiempo lo que iban a realizar, y no diez minutos antes de la salida, como es habitual en las tiradas de la clase crucero.

La salida se dio en popa, con la marea bajando, lo que ayudó a la salida de la bahía; en el tramo hasta la bocana el viento pasaba de entrar de popa cerrada, al través; desde la bocana a la primera baliza entraba de través cerrado, lo que permita a los barcos con Genaquer el mantenerle portando durante todo el tramo, lo que no podían hacer los que aparejaban Spy simétricos que tuvieron que arriarle a pocos metros de la bocana, para evitar las violentas orzadas que las rachas les producían; con lo que estos últimos no podían competir en igualdad de condiciones. Con este tipo de recorridos, en los que con las posiciones de las balizas son inalterables, se benéfica a las embarcaciones que aparejan Genaquers sobre las que lo hacen con simétricos; pero sobre todo a las de mayor eslora que siempre, a la salida y a la entrada de la bahía salen favorecidas.

De la baliza 1ª a la 2ª, la navegación fue de ceñida, con el bordo favorecido de la derecha del tramo; La popa dio casi de un bordo, con una trabuchada al final de la misma, para hacer una corta navegación para tomar la baliza; siendo la navegación en demanda de la bocana a un desacuartelar, para convertirse en una lotería en el interior de la bahía, en la que las encalmadas y roladas fueron constantes, las que con una marea vaciante que afectaba a la bahía, cuando las encalmadas afectaban a las embarcaciones, esta iban hacia atrás, convirtiéndose la bahía en algo peor que un mal pantano, en los que el al menos, no hay mareas.

J.F.M.J.O.