El TJUE sentencia que una compañía debe suspender su actividad si presenta riesgos para la salud y el medio ambiente

El TJUE ha respondido así a una consulta del Tribunal de Milán en relación a la acería Ilva, en el sur de Italia, después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos declarase que la explotación tenía "importantes efectos adversos sobre el medio ambiente y la salud de los habitantes de las zonas próximas".

Además, numerosos habitantes de la zona han reclamado ante el Tribunal de Milán contra la continuación de la explotación de la acería, alegando que sus emisiones perjudican su salud y que la instalación no se ajusta a las exigencias de la directiva sobre emisiones industriales.

En su sentencia, el TJUE apunta que la evaluación previa del impacto de la actividad de una instalación como la acería Ilva debe formar parte integrante de los procedimientos de expedición y revisión del permiso de explotación y que, en este caso, el operador también debe evaluar esas repercusiones a lo largo de todo el período de explotación de su instalación.

Además, considera que el procedimiento de revisión no puede limitarse a fijar valores límite para las sustancias contaminantes cuya emisión era previsible, sino que también deben tenerse en cuenta las emisiones efectivamente generadas por la instalación durante su explotación que se refieran a otras sustancias contaminantes.

En caso de infracción de las condiciones del permiso de explotación, el operador deberá tomar de inmediato las medidas necesarias para que la instalación vuelva a cumplir dichas condiciones en el plazo más breve posible .

Asimismo, señala que si se dan riesgos graves e importantes para la integridad del medio ambiente y de la salud humana, el plazo para aplicar las medidas de protección previstas en el permiso de explotación no podrá prolongarse de forma reiterada y deberá suspenderse la explotación de la instalación.