Sanidad quiere instalar cámaras aunque lo que se precisa son agentes de seguridad que lo exige el volumen de ciudadanos que pasan diariamente
El consejero participa en una concentración de condena a la agresión sufrida por dos profesionales del centro de salud Los Castros
El consejero de Sanidad, Raúl Pesquera, ha anunciado que su departamento solicitará personarse como acusación particular en el proceso contra el autor de la agresión a un médico de familia en el Centro de Salud de Los Castros, en Santander, y en defensa de los profesionales sanitarios. Además, la Gerencia de Atención Primaria ya ha trasladado una denuncia a la Fiscalía.
Asimismo, la Consejería va a renovar y revisar todos los protocolos y ha analizar medidas para atajar la situación, como la instalación de cámaras de seguridad --una cuestión que Sanidad llevaba "tiempo valorando"--, entre otras, que ya se han abordado con los colegios de Médicos y Enfermería.
En este sentido, ha apuntado que existe una "infradenuncia", como agresiones verbales "muy frecuentes" que no se denuncian, así como que el mismo viernes también se produjo otra agresión en el Hospital Marqués de Valdecilla. "Es una cosa bastante frecuente y hay que sensibilizar a la población de que somos personas, que tratamos de hacer lo más que podemos por la ciudadanía, y habrá que revisar todas las medidas que podamos implementar".
El consejero se ha pronunciado así durante la concentración de condena a la agresión sufrida la semana pasada por dos profesionales sanitarios, un celador y un médico de Familia, del centro de salud de la Avenida de Los Castros, que ha tenido lugar este mediodía en la Gerencia de Atención Primaria (centro de salud de la calle Vargas), y a la que los profesionales han asistido portando pancartas con el lema `Trabajar con seguridad`.
Pesquera ha explicado que con esta convocatoria se pretende "visibilizar un problema que viene de atrás, de hace mucho tiempo, de aumento de las agresiones a todos los profesionales que trabajan en la sanidad". Una situación que el pasado viernes ha sufrido "la gota que ha colmado el vaso" pues, según el consejero, en los 27 años que lleva ejerciendo de médico en la comunidad "nunca había visto una agresión tan brutal a un profesional sanitario".
El agredido es un médico de familia de 36 años, que recibió un cabezazo y nueve puñetazos en el ojo derecho, que está ingresado en el hospital "y no sabemos qué secuelas puede tener". "Tiene un problema serio en un ojo y no sabemos en qué situación terminará", ha dicho. Por su parte, el celador, al que el doctor agredido acudió en su ayuda, ha recibido el alta.
Pesquera ha denunciado la "violencia de cualquier tipo" y particularmente la ejercida contra profesionales que trabajan en los servicios de salud, que hoy han secundado un paro general a las 12.00 horas. "Entendemos que probablemente haya cosas que mejorar, pero en ningún caso está justificada la violencia a nuestros profesionales que ponen todo su empeño por mejorar la salud de los ciudadanos".
Por su parte, la gerente de Atención Primaria, Teresa Ugarte, ha explicado que Sanidad lleva "meses tratando este asunto" porque durante el periodo 2020-2021 se produjo una tendencia de aumento de las agresiones a profesionales tanto sanitarios como no.
Aunque se trata de una situación "con la que llevamos conviviendo muchos años y que nos ha preocupado siempre y, aunque se han intentado hacer actuaciones de formación o de aumento del número profesionales en los servicios de urgencia, hacía falta actuar con más contundencia", ha afirmado.
En este sentido, ha indicado que Sanidad lleva "meses" tratando la cuestión de la normativa para poder acceder a la puesta en marcha de las cámaras de vigilancia, en primer lugar en los servicios de urgencia, que es donde "más riesgo hay", pero también en el resto de los equipos que trabajan en Atención Primaria.
Además, ha habido que incorporar, en algún caso, profesionales de seguridad privada, pero esta medida también se enfrenta al problema de la normativa. "Necesitamos que nos adhieran como centros al acuerdo de seguridad a nivel de Gobierno", ha referido.
Precisamente el viernes que se produjo la agresión, Urgante había estado hablado con el gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Rafael Sotoca, y con la ingeniera técnica sobre "la necesidad de acelerar el proceso porque se hacía muy largo y había que seguir conteniendo la inquietud de los profesionales, que lógicamente estaban, antes de esto, muy preocupados".
Mientras, la responsable de enfermería del Centro de Salud de Vargas, Lourdes Odriozola, ha considerado que para intentar atajar las agresiones debería haber una persona de seguridad en los centros y sobre todo en los servicios de urgencias.
Odriozola ha dicho que no tiene miedo a ir a trabajar pero "sí respeto", y ha apuntado que son los administrativos, que atienden en la puerta de entrada, quienes "se enfrentan en primera línea a la gente que viene más agresiva que antes y con más exigencias". "Ahora hay que estar con prudencia porque no sabes por dónde te van a venir", ha señalado.
En el Centro de Salud de Vargas, que acoge el servicio de Salud Mental, no se han producido agresiones pero sí otro tipo de situaciones. "Viene un paciente que se te mete con patinete... Llegar a las manos, no se ha llegado; pero faltas de respeto, gente sublevada e insultar, sí", ha indicado.
El subdirector de Enfermería de Vargas, Álvaro Ramos, ha reconocido que en el trabajo diario "se sufre, sobre todo porque hay que educar mucho" y "el respeto a los sanitarios es fundamental".
"Llevamos una temporada en la que se nota muchísimo de nuevo en las consultas, en el día a día, ese nerviosismo de la población", lo que achaca a los tiempos "un poco complicados que hemos vivido". "Estamos todos cansados: la población, los sanitarios".
Respecto a si detrás del problema puede estar las "deficiencias" en Atención Primaria, Ramos ha valorado que es la "falta de recursos" la que "influye mucho". "Esta falta de recursos al final implica una sobrecarga en la asistencia del día a día".
Ha reconocido que hay momentos en los que se sienten inseguros "porque cuando uno está en su consulta, al final está solo con el paciente, y hay muchas veces en las que no sabemos cuál va a ser la respuesta del usuario".
Entre las soluciones, ha citado las cámaras y el personal seguridad que se están abordando, y ha opinado que los protocolos de seguridad no están fallando. "Es la suma del cansancio de profesionales y usuarios pero los protocolos están funcionando bien", ha asegurado.
Para un odontólogo del mismo centro de salud, esta violencia es "un reflejo de la sociedad en que vivimos" y podría ser más grave en otra ocasión.
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