Recurren al Supremo los cuatro condenados por la violación grupal a una joven en Semana Grande de 2022
El TSJC ratificó 19 años de prisión a cada uno de los tres hombres que violaron a la chica y duplicó la pena al que estuvo inmóvil, de 8 a 16, como cooperador necesario
Los cuatro hombres condenados por la violación grupal a una joven en la Semana Grande de Santander de 2022 van a recurrir ante el Supremo la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria que ha ratificado la condena de 19 años de cárcel impuesta por la Audiencia Provincial a tres de ellos -como autores de la agresión sexual a la chica, a la que acababan de conocer y que estaba afectada por la ingesta de alcohol y drogas- y que ha duplicado además, hasta 16 años, la pena al cuarto, que permaneció inmóvil durante los hechos, al considerarle cooperador necesario en lugar de cómplice.
Las defensas han informado a Europa Press de la presentación de recursos de casación al fallo de la Sala de lo Civil y Penal del TSJC, que estimado parcialmente la apelación del fiscal y de la acusación particular contra la resolución dictada en junio por la Sección Primera de la AP.
El alto tribunal cántabro revisaba la condena de la Audiencia, que entendió que el último hombre, con el que estaba la mujer en la habitación de la vivienda donde tuvieron lugar los hechos y que había accedido a mantener relaciones con él, fue cómplice de las agresiones perpetradas por los demás procesados, condenándole a ocho años de prisión, pena que el TSJ ha elevado a 16 años al considerar que fue cooperador necesario y que su participación en lo ocurrido no fue "accesoria".
"Creó junto con los otros intervinientes la intimidación ambiental que propició los ataques sexuales, pues estuvo presente reforzando con su participación las agresiones", explicó la Sala de lo Penal, para apuntar que este implicado "contribuyó a diseñar la violencia ambiental propia de la actuación grupal".
Esta cooperación necesaria llevó al tribunal a imponerle la misma pena que la de los otros tres acusados, como cooperadores necesarios de las agresiones ejecutadas por los demás, de cuatro años por cada uno de los cuatro delitos de violación.
Y además de la privación de libertad, no podrá comunicar ni acercarse a la víctima durante un periodo de 24 años y se le aplicará una medida de libertad vigilada tras su salida de prisión de diez años.
La Sala también estimó la petición del ministerio público de elevar para todos los acusados el tiempo de inhabilitación especial, de modo que no podrán ejercer oficio o profesión que conlleve contacto con menores durante un periodo de treinta y seis años.
Además, en concepto de responsabilidad civil, el tribunal les condenó al pago de manera conjunta y solidaria de una indemnización de 60.000 euros a la mujer, el doble de la impuesta por la Audiencia, al estimar las peticiones formuladas por las acusaciones en sus recursos.
Explica el TSJC que "el quebranto a la dignidad debe ser valorado teniendo en consideración las circunstancias de la agresión simultánea, sufriendo penetraciones de cuatro varones y la cooperación necesaria de un quinto varón", además de que "sufre la agresión estando consciente" y los hechos han supuesto "la alteración en su vida y en su comportamiento".
HECHOS PROBADOS
Según los hechos probados que se reflejan en la sentencia, la mujer, que se hallaba de fiesta y había consumido "grandes cantidades de alcohol, además de cocaína y cannabis", conoció en un `after` a uno de los acusados, quien se encontraba acompañado de otros tres hombres, también procesados.
Horas después, tras el cierre del local, "estando la mujer en un considerable estado de intoxicación", fue convencida por el primero para que fueran a casa de uno de los otros. Una vez allí, la mujer "se introdujo voluntariamente" en un dormitorio de la vivienda junto con el hombre que había conocido "con la intención de entablar una relación con el mismo".
"Sin embargo, de forma inesperada, mientras se besaban, en la habitación se introdujeron" dos de los otros acusados, "realizando estos un gesto con la mano pidiendo silencio". Y "sin más contemplaciones, los dos, con ánimo libidinoso, comenzaron a tocar el cuerpo de la joven, dejándola semidesnuda".
Ante esa situación, la mujer, "que en ningún caso quería mantener relación sexual con tales personas, se quedó paralizada en estado de shock", momento en que la trasladaron hasta la cama y, sin usar protecciones, uno de ellos la penetró vaginalmente.
Entonces, accedió a la habitación el cuarto acusado, que "se sumó a dicho acto sexual pese a la voluntad contraria" de la joven, y otro quinto varón, que no ha sido identificado.
La mujer sufrió penetraciones anales, vaginales y bucales por parte de cuatro personas. Durante todo este tiempo, el hombre con el que ella había accedido a la habitación tuvo una "presencia pasiva", "sin evitar los hechos".
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