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Sanidad Cantabria 19-03-2025 12:00

Un neurólogo destaca el uso de los fármacos preventivos para la migraña: "Reducen el número e intensidad de las crisis"

El coordinador de la Unidad de Cefaleas del Servicio de Neurología del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia, Samuel Díaz, ha destacado que la aparición de fármacos preventivos específicos para la migraña, como los llamados anti-CGRP o los gepantes, han supuesto una "auténtica revolución" en el tratamiento de la patología, ya que han conseguido "aumentar muchísimo" la calidad de vida de los pacientes.

"Muchos de estos pacientes estaban muy afectados por la alta frecuencia e intensidad de sus crisis. Ahora, han logrado reducir el número e intensidad de los episodios y mejorar su respuesta a los tratamientos agudos", ha señalado Díaz durante su participación en la reunión de actualización CEFABOX en migraña y otras cefalea.

La migraña es una enfermedad neurológica que se caracteriza por una cefalea intensa y punzante que, a menudo, se acompaña de otros síntomas, como náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz, el sonido y los olores. Se trata de una patología incapacitante cuyos episodios de dolor suelen durar al menos cuatro horas si no se tratan.

El dolor, de carácter pulsátil, es de intensidad moderada o severa y se localiza habitualmente en un único lado de la cabeza. Además, los expertos aseguran que la carga de la migraña va más allá de los síntomas físicos, impactando profundamente en la calidad de vida de quienes la padecen.

Desde la incapacidad para realizar actividades diarias hasta la alteración de las relaciones interpersonales, la migraña puede generar ansiedad, depresión y una disminución significativa en la calidad de vida relacionada con la salud.

Para reducir ese impacto, Díaz subraya que "es importante que las personas que ya sufren episodios de migraña acudan al especialista, en este caso el neurólogo, para que, de manera conjunta, se puedan poner en marcha acciones que ayuden a minimizar el impacto en la calidad de vida de estos pacientes, aplicando el tratamiento más adecuado para ellos".

Entre los tratamientos preventivos más innovadores se encuentran los anticuerpos monoclonales anti-CGRP y los gepantes. El experto asegura que estos medicamentos han demostrado mayor eficacia y tolerabilidad en comparación con los preventivos clásicos, como betabloqueantes, antidepresivos tricíclicos y neuromoduladores, que a menudo presentaban efectos adversos y respuestas limitadas.

INTERVENCIÓN TEMPRANA

El momento adecuado para iniciar el tratamiento preventivo es otro aspecto clave. "En cuanto el paciente empieza a tener más crisis de las que consideraríamos normales, a partir de tres o cuatro al mes, y sobre todo si son duraderas o no responden bien al tratamiento sintomático, es necesario introducir el tratamiento preventivo. Si no actuamos a tiempo, la migraña puede cronificarse, empeorando el pronóstico y reduciendo de manera drástica la calidad de vida", explica Díaz.

En este sentido, el neurólogo enfatiza sobre la importancia de una intervención temprana, fundamental para evitar la cronificación y facilitar una respuesta rápida y sostenida al tratamiento.

"Desgraciadamente, al tratarse de fármacos de uso hospitalario, la financiación pública obliga a que los pacientes hayan fracasado previamente a tres tratamientos preventivos clásicos antes de acceder a los nuevos anti-CGRP y gepantes. Esto retrasa su administración, cuando las guías internacionales ya los reconocen como primera línea en muchos casos", señala.

El seguimiento continuado y la adherencia al tratamiento son también determinantes para el éxito a largo plazo. Así, "los fármacos que actúan por la vía del CGRP comienzan a mostrar resultados positivos desde la primera semana en muchos pacientes, aunque en otros hay que esperar tres o cuatro meses. Lo importante es que su eficacia se mantiene en el tiempo, incluso tras dos o tres años de uso", puntualiza el especialista.

La figura del neurólogo es clave en todo el proceso, desde la evaluación inicial hasta la elección del tratamiento más adecuado y el seguimiento del paciente. "Actualmente, cualquier neurólogo que atienda pacientes con migraña, ya sea en una consulta general como en una unidad de cefaleas, debe conocer y utilizar estos tratamientos. Además, debemos hacer una labor educativa para que los pacientes sepan que existen opciones más eficaces y con menos efectos adversos que los tratamientos tradicionales", ha finalizado Díaz.

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