SemFYC rechaza la posibilidad de que los MIR de cuarto año cubran vacantes de centros no docentes este verano
La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) rechaza la posibilidad de que los residentes de cuarto año cubran las vacantes en centros no docentes durante este verano debido a una planificación insuficiente de los Recursos Humanos en el Sistema Nacional de Salud.
A ojos de la SemFYC, esta propuesta es especulativa y no acorde con la realidad. La sociedad médica defiende "la formación de calidad" de los residentes de último año, en su entorno formativo, en el centro salud tal y como recoge el programa formativo vigente de la especialidad.
Para la sociedad médica, los 1.761 residentes de cuarto año (2020-2024) que actualmente están adscritos a las unidades docentes de Medicina Familiar y Comunitaria representan un "minúsculo" porcentaje del conjunto de profesionales Atención Primaria, por lo que "la articulación de propuestas de RRHH no puede quedar supeditada a la incorporación de este pequeño colectivo".
Así, con relación al papel de los R4 de MFyC, y su desempeño en tareas de especialistas sin la debida supervisión legalmente prevista, la SemFYC declara que "aunque los MIR de cuarto año están altamente capacitados, necesitan y merecen finalizar su formación en los centros de salud docentes a los que han estado asignados durante todo su periodo de especialización".
"Nos encontramos ante la misma situación de mala planificación de los Recursos Humanos a la que cada año se enfrentan el conjunto de dispositivos del Sistema Nacional de Salud en el periodo estival", insisten.
Este año, los MIR, en lugar de terminar su formación en mayo, lo harán en setiembre debido al retraso en el proceso de elección de plazas de residencia que provocó la pandemia. La SemFYC quiere señalar que la de este año no se trata de una situación de excepcionalidad y de urgencia no prevista, ya que se lleva avisando de esta coyuntura desde hace tiempo.
Desde el punto de vista legal, la duración de la residencia está fijada en el programa formativo de la especialidad, y el contrato del residente es incompatible con cualquier otro contrato o con actividad asistencial fuera de los entornos docentes.
"En este momento crucial de su formación, los R4 no deben enfrentarse a la presión innecesaria de aceptar un contrato o situaciones laborales de dudosa legalidad", recalcan los médicos de Familia.
Por todo ello, la SemFYC vuelve a llamar la atención sobre la "improvisación" en la gestión sanitaria por parte de algunas administraciones.
Además, la sociedad recuerda que, más allá del debate alrededor de los residentes de cuarto año, en periodo de vacaciones, "no se pueden tolerar situaciones que han sido recurrentes en veranos anteriores, como son: las contrataciones de recién egresados que incumplen la legalidad vigente; la contratación de personas sin especialidad para cubrir plazas y tareas profesionales para las que es necesario estar homologado/a con la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria; la contratación de profesionales sin especialidad o no homologados en entornos docentes y que compartan asistencia con los y las residentes; la contratación de profesionales sin conocimiento del idioma.
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