ONT lidera la nueva hoja de ruta mundial de los trasplantes que insta a reconocer el uso de sustancias de origen humano
Bajo el título `Hacia un consenso global en trasplantes: disponibilidad, transparencia y registro, la Organización Nacional de Trasplantes` (ONT) organizó una Cumbre Internacional en Trasplante los pasados días 9 y 10 de noviembre en Santander, donde se estableció la nueva hoja de ruta para el desarrollo de la donación y el trasplante de órganos, tejidos y células en el mundo en la próxima década y que insta a reconocer el trasplante en la agenda política sanitaria y un marco legal para el uso de sustancias de origen humano.
La Cumbre fue coorganizada con el Consejo de Europa, la Sociedad Internacional de Trasplantes (The Transplantation Society - TTS) y la Sociedad Europea de Trasplante de Órganos (European Society for Organ Transplantation - ESOT), y con el copatrocinio de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Su objetivo fue revisar críticamente la situación actual de la donación y el trasplante de órganos, tejidos y células, identificar los principales retos y diseñar las estrategias clave en este ámbito a nivel mundial para la próxima década.
La Cumbre congregó a 183 expertos de 57 países en Santander, ciudad seleccionada por la Presidencia Española de la UE para este encuentro en homenaje a la sociedad cántabra y a sus profesionales sanitarios, pues esta comunidad autónoma lleva liderando la donación de órganos en España desde el año 2015, de manera consecutiva.
La recién adoptada Declaración de Santander establece la necesidad de reconocer el trasplante en la agenda política sanitaria de los países, al considerarse una terapia que contribuye a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, tanto en términos de salud, como de impacto medio-ambiental. La Declaración insta a los gobiernos a aumentar la resiliencia de los programas de donación y trasplante frente a las crisis, así como a establecer estrategias para mejorar el acceso al trasplante en los países de bajos y medianos ingresos.
Los participantes en la Cumbre consideran que ha de aumentar el número de países en los que la donación en asistolia sea una realidad (actualmente sólo son 23 los países en los que este tipo de donación es posible), así como mejorar la protección del donante vivo desde una perspectiva médica y psicosocial.
El impulso en el desarrollo de registros que recopilen información sobre las características clínicas y demográficas de donantes y receptores de órganos, así como los resultados post-donación de vivo y post-trasplante, es considerado imprescindible para garantizar la transparencia, el benchmarking internacional y el avance en la ciencia del trasplante. La Declaración de Santander también se ha centrado en el desafío que representa el tráfico de órganos, una lacra de la sociedad desigual en la que vivimos.
Uno de los aspectos más destacados de la Cumbre y objeto de recomendaciones específicas en la Declaración es el de la innovación basada en el uso de sustancias de origen humano (SoHO, en sus siglas en inglés), por los retos que plantea su clasificación regulatoria como medicamentos o productos sanitarios, desde un punto de vista ético, de costes y de sostenibilidad para los sistemas sanitarios. Los participantes en la Cumbre han llamado a los gobiernos a establecer modelos de innovación socialmente responsables, que reconozcan el origen único de los productos generados a partir de las SoHO.
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