El Gobierno rescindirá el contrato de la ampliación del hospital de Laredo tras un conflicto con la adjudicataria

SANTANDER, 16 (EUROPA PRESS)

El Gobierno de Cantabria (PP) tiene previsto suspender el contrato para la ampliación del hospital de Laredo tras un conflicto con la adjudicataria, que "probablemente se resolverá por vía judicial", y elaborar un nuevo proyecto para acometer la segunda fase de las obras.

Así lo ha indicado este lunes en el Pleno del Parlamento el consejero de Salud, César Pascual, que ha tachado este proyecto como "otro ejemplo de desastre de la gestión socialista" durante el mandato del anterior Ejecutivo PRC-PSOE.

Según ha dicho, la primera fase de la ampliación ya está finalizada pero la segunda está suspendida ya que se adjudicó "con precios de hace tres años" y el coste de la actuación ahora es "mucho más elevado". Sin embargo, ya no hay posibilidad de modificar el contrato, por lo que "vamos camino de la rescisión".

Así, ha criticado al PSOE, que gestionó la Consejería de Sanidad la pasada legislatura, porque tras "meses y meses de suspensión nadie hizo nada". Y es que la fase dos está presupuestada, pero ve "muy complicado" que la empresa reanude las obras dado el tiempo que ha transcurrido.

Mientras, para completar la primera es necesario dotar a las instalaciones de mobiliario para poder poner en funcionamiento los quirófanos, pero "está todo parado", ha dicho el consejero, criticando que, además, el Ejecutivo del PP ha tenido que llevar a cabo los trámites para poder utilizar la nueva resonancia magnética del hospital porque a los anteriores gestores "se les olvidó hacer la sala para instalarla".

Por todo ello, el consejero cree que habrá que terminar esta obra con un nuevo proyecto global, que se incluirá en los Presupuestos Generales de Cantabria (PGC) para 2024. Además, se aprovechará para reordenar el plan funcional, porque "las cosas han cambiado". Por ejemplo, ha dicho que el plan elaborado prevé habilitar tres salas de parto en un hospital que no tiene "ni siquiera uno diario".

En paralelo, el Gobierno se ha comprometido a desarrollar la construcción del nuevo hospital de alta resolución en Castro Urdiales, que también recogerán en parte los próximos PGC aunque será un "proyecto de legislatura" y se irá presupuestando en varios ejercicios.

Este hospital --que aún no tiene parcela-- "no va a competir" con el de Laredo, sino que se van a "complementar", como ocurre con el Tres Mares de Reinosa y el de Sierrallana en Torrelavega, ha comparado Pascual, que ha hecho estas afirmaciones en respuesta a preguntas de Vox acerca de las obras de estos centros.

MERCADO DE ABASTOS DE CASTRO

Previamente ha intervenido en el Pleno el consejero de Fomento, Roberto Media, para responder a otras preguntas del PSOE sobre las obras del Mercado de Abastos de Castro Urdiales, paralizadas desde agosto de 2022 y que el 'popular' se ha comprometido a terminar "en el menor plazo de tiempo que sea posible".

De hecho, Media ha asegurado que, tras llegar a la Consejería en julio, firmó en agosto el contrato para que se redactara el modificado de las obras y la semana pasada recibió el borrador, con un presupuesto de 172.200 euros que se suma al coste inicial de las obras.

Así, una vez que se acuerde el modificado con la empresa constructora, "en unos días" estará aprobado el proyecto definitivo y entonces se iniciaran de nuevo los trabajos con un plazo de ejecución de seis meses.

Y es que el Parlamento de Cantabria ya aprobó en febrero una iniciativa por unanimidad instando al Gobierno regional (entonces PRC-PSOE) a que concluyera las obras de renovación interior del mercado de abastos de Castro Urdiales en no más de seis meses, lo que suponía hacerlo antes de agosto de este año.

La actuación fue anunciada en abril de 2019, poco antes de las anteriores elecciones autonómicas, tras un acuerdo entre el Gobierno regional y el Ayuntamiento, por el que el Ejecutivo cántabro se comprometía a encargarse de la rehabilitación interior y el Consistorio de la exterior y de la del entorno.

Sin embargo, el año pasado la obra se vio interrumpida al surgir problemas en algunos pilares estructurales que comprometían la estabilidad del edificio, tras lo que hubo que hacer una prospección para conocer si había más elementos afectados y se tuvo que desalojar a los comerciantes, reubicándolos en la Plaza Nueva.