La inmunoterapia reduce la fibrosis pulmonar y hepática en ratones
Las enfermedades crónicas suelen provocar fibrosis, un trastorno en el que el tejido de los órganos sufre una cicatrización excesiva. Investigadores de la Universidad de Zúrich (Suiza) han desarrollado una inmunoterapia que se dirige específicamente a su causa, los fibroblastos activados, sin dañar las células normales del tejido conectivo y si este método funciona también en humanos podría dar lugar a un tratamiento eficaz de la fibrosis.
La fibrosis es una proliferación patológica del tejido conectivo que destruye el tejido del órgano, responsable de hasta el 45% de la mortalidad en los países industrializados. Es la consecuencia final de casi todos los tipos de daños crónicos y puede producirse en casi todos los tipos de tejidos del cuerpo, aunque el hígado, los pulmones, el corazón y los riñones son los más afectados.
La inflamación o los trastornos vasculares suelen causar daños crónicos en los órganos. Activan los fibroblastos, que empiezan a proliferar sin control y crean depósitos de tejido fibroso. Esto cicatriza el tejido del órgano, destruyéndolo poco a poco. El funcionamiento del órgano afectado empeora notablemente hasta que falla por completo.
El equipo internacional de investigación dirigido por la Universidad de Zúrich (UZH) ha desarrollado ahora una nueva estrategia para eliminar los fibroblastos de forma selectiva, según publican en la revista 'Cell Stem Cell'.
"En animales, pudimos desencadenar una respuesta inmunitaria similar a la de una vacuna, en la que se destruyeron las células del tejido conectivo activadas mientras que los fibroblastos en reposo quedaron indemnes", explica el director del estudio, el profesor Christian Stockmann, del Instituto de Anatomía de la Universidad de Zúrich. De este modo, los investigadores lograron reducir la fibrosis en órganos vitales como el hígado y los pulmones, dejando al mismo tiempo indemne el tejido sano.
Las estrategias anteriores para el tratamiento de la fibrosis habían fracasado, ya que también dañaban los fibroblastos en reposo. Sin embargo, los fibroblastos en reposo son importantes para mantener la estructura y el funcionamiento del tejido sano. Por ello, los investigadores estudiaron las diferencias entre las superficies de las células del tejido conectivo en reposo y las activadas.
"Nuestros análisis asistidos por ordenador revelaron que los fragmentos de dos proteínas de superficie -Adam12 y Gli1- que pueden ser detectados por el sistema inmunitario, están presentes en gran número en los fibroblastos activados, mientras que hay muy pocos en las células en reposo", explica Stockmann. La actividad de estos dos genes proteicos se ve estimulada por el daño tisular crónico, lo que significa que los fibroblastos activados producen dichas proteínas en mayor cantidad.
A continuación, los investigadores utilizaron estas dos estructuras superficiales como vacuna en ratones para desencadenar una respuesta inmunitaria a través de células T citotóxicas. Estas células inmunitarias suelen eliminar las células infectadas por virus o cancerosas.
"Con la inmunoterapia recién desarrollada, pudimos eliminar los fibroblastos de forma eficaz en los ratones, reduciendo así la fibrosis en el hígado y los pulmones, sin afectar al tejido de los órganos sanos", explica Stockmann. Si los científicos consiguen desencadenar con éxito una respuesta inmunitaria específica comparable en humanos, la inmunoterapia basada en vacunas podría utilizarse en el futuro para el tratamiento de pacientes con fibrosis orgánica.
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