La anemia falciforme es 11 veces más mortal de lo registrado hasta ahora, según un estudio
Un estudio liderado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington (Estados Unidos) ha estimado que el número de muertes por anemia falciforme es 11 veces mayor de lo que indican las fuentes de datos de mortalidad por sí solas.
La anemia falciforme no sólo está infradiagnosticada, sino que además aumenta el riesgo de infección y de muerte por afecciones como ictus, problemas cardiacos, renales y complicaciones del embarazo.
Esto significa que el médico que atiende a un paciente con anemia falciforme que ha fallecido por ictus puede no saber siquiera que esa persona tenía anemia falciforme o puede no saber que la anemia falciforme puede causar ictus, lo que podría llevar al médico a no incluir esta enfermedad como causa de muerte de esa persona.
El estudio, publicado en la revista científica 'The Lancet Haematology' y financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates, analizó datos sanitarios mundiales de 2000 a 2021.
Cuando se combinaron otras fuentes de datos sobre prevalencia e incidencia de nacimientos con los datos de mortalidad en modelos epidemiológicos, en 2021, la carga total de mortalidad de la anemia de células falciformes fue de 373.000 muertes, frente a 34.600 muertes sólo por anemia de células falciformes, o muertes por causas específicas.
El aumento fue especialmente pronunciado en el sur de Asia y el África subsahariana, donde las cifras de mortalidad fueron 67 veces y nueve veces mayores, respectivamente.
"Nuestra investigación revela la cruda realidad de que la anemia falciforme es mucho más mortal de lo que se describe en los libros de texto. El número de bebés que nacen con anemia falciforme está aumentando, lo que significa una primera infancia muy difícil. Los pacientes son más susceptibles a infecciones y otras afecciones graves, por lo que la detección precoz es clave para el tratamiento", ha comentado Nicholas Kassebaum, autor principal del trabajo.
En 2021, medio millón de bebés nacieron con anemia falciforme, y más de tres cuartas partes de estos nacimientos se produjeron en el África subsahariana. En el marco del análisis de la carga total de mortalidad (incluidas las afecciones secundarias), la anemia falciforme fue la 12ª causa de muerte a nivel mundial en niños menores de 5 años.
Sin embargo, la carga total de mortalidad por anemia de células falciformes se situó entre las tres primeras causas de muerte en Portugal, Jamaica, Libia, Omán y San Marino.
La investigación también subraya la necesidad de tomar medidas contra esta enfermedad. En concreto, los autores implementar el cribado universal de los recién nacidos, el seguimiento de los casos mediante registros públicos y el tratamiento de intervención precoz.
"El cribado universal de los recién nacidos es esencial para el diagnóstico precoz y el tratamiento de la anemia falciforme. En los países de ingresos bajos y medios, el proceso de cribado neonatal está fragmentado. En Estados Unidos, el cribado neonatal es universal, pero aún no existe un registro nacional. Una mayor concienciación mundial y la adopción de políticas sanitarias que amplíen el cribado neonatal y hagan más accesible el tratamiento contribuirán en gran medida a mejorar los resultados sanitarios", ha remachado otra de las autoras, Theresa McHugh.
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