Votando con los pies
La huida de la inversión extranjera en España, por lo cual nuestro país pasa del puesto 6 al 20 en la recepción de capital, es un claro exponente de votación con los pies, modelo económico expuesto por el economista Charles Tiebout a mediados del pasado siglo.
Con mayor expresividad lo reflejaba una pintada en un aeropuerto hispanoamericano que decía: “El último en salir que apague la luz”, no digo el país, porque aunque siempre pensé que se escribió en Argentina, tanto Uruguay como Chile le disputan la paternidad.
Sea como fuere, el modelo de Migración de Tiebout, establecía la posibilidad de que los ciudadanos se movieran hacia lugares con mayores prestaciones públicas y menores impuestos.
Lo cual puede suponer dos corrientes de sentido distinto, que en España hoy serían; de entrada para los que buscan sanidad, educación y servicios sociales universales, públicos y gratuitos como los nuestros, y de salida, para los inversores que persiguen menores tributos y certidumbre en las políticas.
El modelo de Tiebout parte de la hipótesis de una movilidad perfecta, que nunca se llega a dar plenamente, y por eso originalmente habla de municipios y no de países, pero indudablemente tiene sus aplicaciones internacionales.
La migración hoy puede no ser de personas sino simplemente de capitales, y con el único coste de traslado de apretar un botón, por eso el comportamiento de Rodríguez Zapatero es especialmente grave:
Primero, es mejor no subir los impuestos, y sobretodo más que los demás, pues el dinero se marchará. Si en Portugal se paga la mitad por Impuesto de Sociedades que en España, es razonable que la gallega Pescanova dé el salto fronterizo.
Segundo, puestos a elevar tributos nunca anunciarlo con demasiada anticipación y ánimo de revancha, pues al grito de “¡¡a por los ricos!!” se logra que se marchen antes y en mayor medida.
Y tercero, lo peor que se puede hacer es alarmar a los empresarios con subidas impositivas que finalmente son anuncios falsos, ya que se logra ahuyentar las inversiones, desconfían de tu palabra y encima no recaudas más.
Si a esta fuga de patrimonio y emprendedores, le agregamos el “efecto llamada” que Caldera y Zapatero crearon con su “papeles para todos” podemos hallar parte de las claves que justifican el creciente empobrecimiento nacional en esta votación por pies.
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