-Verdades como Puños- bajó el telón
Pues si amigos de Cantabria Liberal y oyentes del programa de radio-Verdades como Puños-, durante nueve meses hemos estado con ustedes a través de Onda Cantabria y este pasado miércoles decidimos enmudecer el micrófono para descansar, estudiar los fallos y los aciertos, y prepararnos para una nueva aventura con ustedes. Nos acompañaron en el adios los Magníficos Rectores Salvador Ordoñez y José Carlos Gómez Sal.

Por nuestros micrófonos han pasado multitud de personas de interés del mundo político, cultural, deportivo etc, y también personas anónimas. Enumerar a todas ellas no lo creemos conveniente, han sido muchos los amigos que han respondido a nuestra llamada. Todos los miércoles Juan Mazarrasa y servidor, Carlos Magdalena, con puntualidad germana hemos analizado y comentado los asuntos que se encontraban en candelero en ese momento, locales, autonómicos y nacionales. Iniciamos nuestro programa, o dicho de otra manera, tuvimos el honor de que el primer invitado, al que no tuvimos que rogar, por qué el alcalde de Santander en cuanto se le llama acude y así lo hizo, fue Iñigo de la Serna, que después de una hora y media, hablando casi todo el programa él, se le había hecho corto. Y sí tuvimos el honor de empezar con el alcalde de Santander como invitado, nos despedimos de la mejor manera posible, invitando a los dos Magníficos rectores de Cantabria, de la UIMP y la UC que también aceptaron nuestra invitación amablemente.
Tocan los agradecimientos y éstos van dirigidos a todos los amigos y amigas que han pasado por nuestro programa; hemos aprendido mucho de los tertulianos, como se dice ahora, y más de las sugerencias de los fieles oyentes que hemos tenido tanto en la emisión de tarde como en la de medianoche. Ha sido un programa que pretendía entretener, era su objetivo inicial y para nosotros ha requerido un esfuerzo pero por otra parte muy recompensado por la fidelidad que ha existido por parte de los miles de oyentes. Gracias.
El último programa lo dedicamos a la educación y es por ello que invitamos a don Salvador Ordóñez, Magnificó Rector de la UIMP y a don José Carlos Gómez Sal, igual de Magnífico, pero de la UC. Sus intervenciones fueron un río de rigor, de conocimiento como profesionales de la educación, defensores de la Universidad a ultranza y en definitiva de la cultura, pilar fundamental de la convivencia.
El encuentro fue entrañable, distendido, los radioyentes sin duda lo apreciaron cuando nos escucharon. Se hablo mucho de las becas, de los recortes en tiempo de crisis, de facilitar siempre la educación y formación a aquellos estudiantes con capacidad, de que deben acceder al mundo universitario los capaces facilitándoles el camino para que en su día se produzca un retorno de esa formación a la sociedad. El rector Gómez Sal vino a decir que todo dinero es poco, y estamos de acuerdo, la cultura tiene que ser un pozo sin fondo pero por otra parte en los tiempos en que nos ha tocado vivir tenemos que recortar, palabra maldita, y racionalizar. Difícil trayecto de ambas.
Las tertulias de -Verdades como Puños- siempre han sido atípicas porque ni Juan Mazarrasa ni yo mismo somos profesionales del medio de comunicación pero sí profesionales de querer agradar, de querer satisfacer y compartir con los oyentes todo aquello que nuestros representantes políticos o personas con significación en nuestra sociedad nos han trasmitido.
Gracias de nuevo a todos y hasta siempre.
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Comentarios(3):
Bueno pues que descansen en el veranito ,le seguiremos en este periodico y esperemos que a la vuelta ,en otoño la situación empiece a cambiar y nos den alguna alegria.Feliz verano
Que pena,yo lo escuchaba en la emisión de noche porque por la tarde me cogia en el trabajo o alguna vez entrando en la ventana de cantabria liberal.La verdad es que era muy ameno y traian invitados muy interesantes.Hasta la vuelta
Vaya, era un buen programa de radio. Por lo menos divertido y con muchos contenidos que se trataban sin paños calientes, verdades como puños. Esperemos que vuelvan y sigan sacando a luz lo que muchos no se atreven o no pueden.