¿Una nueva nobleza?
Desde hoy he decidido no leer ni escuchar las noticias del día mientras desayuno, como medida protectora de mi salud, pues casi perezco al atragantarme con mi tostada cuando he oído las declaraciones del Letrado Mayor de las Cortes:
“los parlamentarios españoles no son como el resto de los ciudadanos”. Necesito urgentemente que me aclaren a quien he votado en las últimas elecciones generales, ¿son, quizás, parientes de ET? o ¿una nueva raza mutante? Visto lo visto convendría conocerlos desnudos, no vaya a ser que las diferencias estén ocultas. Por mi parte he de confesar que, a simple vista, por lo que se ve por la televisión no se distinguen en gran medida del resto de mortales ¿o debería decir pecheros? Manos y cara, son las dos partes de sus excelsos cuerpos que dejan al descubierto, presentan bastantes similitudes con las nuestras. ¡Hombre! puestos a buscar diferencias si que hemos notado muchos que algo más de cara si que tienen, lo de más dura no lo puedo confirmar, aunque por el color pálido que apreciamos por la televisión todo apunta a que pueda existir esta circunstancia, pero puede ser un efecto de la luz. En resumen, no puedo concluir con rotundidad que estas diferencias justifiquen considerarlos como distintos. Vaya por delante el reconocimiento de la injusticia que acarrea toda generalización; el hecho de que Rosa Díez, única parlamentaria de UPyD haya presentado una moción para eliminar ciertos privilegios en la concesión de complementos de pensiones; pero lo cierto es que ésta ha sido rechazada por el acuerdo entre los dos grandes partidos y que la situación exige recortes sociales muy duros en los que los ejemplo de ética y equidad por parte de los legisladores son imprescindibles.
Entremos al quid de la cuestión: sus privilegios en las pensiones que les permiten cobrar la máxima pensión con siete años de permanencia en el Parlamento, precisamente por ser diferentes. Pues bien, les voy a contar casos de personas diferentes a las suyas. El de un ciudadano que con 52 años ha cotizado 36 años, que ha quedado en el paro por la crisis, que probablemente no vuelva a poder trabajar y al que le corresponderá una pensión cercana al salario mínimo interprofesional por no cotizar los últimos años de su vida laboral ¡36 año cotizados con bases altas tirados a la basura! Les juro que es un caso real. Pero les puedo hablar de mi propio caso: 41 años cotizados con 57 de vida, dos carreras cursadas compaginando mi trabajo y el panorama incierto sobre mi pensión, a los 65, 66 o 67, cuando ustedes quieran. Comprenden ahora el porqué de la mucha cara. No se puede legislar disminuyendo derechos sin aplicarse los recortes uno mismo, bueno, se puede pero no es ético ¿y no deberían ustedes dar ejemplo de moral y ética? Porque eso sí hace diferentes a unas personas de otras: el ejemplo. Somos muchos los españoles diferentes a ustedes, fundamentalmente los que acudimos todos los días “al tajo” y pagamos impuestos de los que ustedes cobran, ésa si que es una buena diferencia, pues la mayoría de Sus Señorías sólo conoce el trabajo para el partido, una actividad donde el servilismo y la adulación son méritos fundamentales para hacer carrera. Mientras, una mayoría trabajamos para empresas pequeñas que desaparecen con facilidad por las circunstancias económicas y no nos queda más que luchar por volver a trabajar y sobrevivir. Y todo esto, señoras diputadas y señores diputados, es causa de que los políticos se hayan convertido en el tercer problema de los españoles, pero no se inquieten pronto serán el primero, van por muy buen camino.
Otra cuestión sería que sus señorías hubiesen entrado a formar parte de la nobleza, que la Revolución Liberal decimonónica no hubiera existido y persistieran los estamentos del Antiguo Régimen heredados por la vía de la sangre, azul en este caso. No nos machaquen más que no está el horno para bollos, solucionen los problemas, tomen medidas justas y equitativas y si opinan que deben quedarse con sus pensiones, pues quédense con ellas, pero no nos tomen por imbéciles, a no ser que nos crean a todos súbditos pecheros que sólo tienen que pagar y callar, mientras que ustedes forman parte una nueva y diferente nobleza.
Joaquín Rubio Soler
Historiador
Candidato de UPyD a la Alcaldía de Santander
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