Noticias de Cantabria
07-11-2011 09:30

Una campaña electoral innecesaria

Los ciudadanos miran a los candidatos pegados a las vallas y cambian la vista. Seguro que piensan en el ahorro que supondría no haber puesto esos caretos. El voto está muy decidido y sobran vayas, carteles, mítines y debates. Llevamos cuatro años debatiendo y el grito es, ¡que se vayan ¡

No nos confundimos si decimos que  muchos socialistas están esperando y deseando que llegue el 20 noviembre y que se forme un gobierno con mayoría absoluta.

Y es que este país, reconocen todas las personas de buena voluntad, en estos últimos cuatro años, ha ido hacia  atrás como los cangrejos. Hay que volver a crear país, dar solvencia a la marca España, trabajar no solamente algunos, y otros vivir de la subvención.

 Me decía un alto cargo de un  banco que  le parecía excesivamente largo el periodo de cuatro años entre votación y votación las elecciones, consideraba que mejor cada dos años y sin tanta parafernalia, ni gastos, ni mítines, ni panfletos, ni nada de nada. Y estoy con él. 

En Suiza, de alta tradición democrática, se ha probado el voto electrónico, algo que habrá que estudiar y profundizar. Se acabó aquello que decían algunos de que el día de urnas era una fiesta. Las elecciones deben ser en un país, con cultura democrática, como otro día cualquiera en el que los ciudadanos sin estridencias cumplan los formulismos necesarios, incluso un voto por Internet. Y ¿por qué decía o proponía otro tipo de celebración de elecciones mi amigo bancario?, sencillo, porque se tiene que acabar la fase terminal de un gobierno o la hemorragia económica del daño que produce a los ciudadanos la interinidad, la provisionalidad de un gobierno acabado.

Zapatero y sus miembros y miembras están en fase terminal prácticamente desde que ganaron las segundas elecciones con  engaño. Acuérdense que le preguntaban a Zapatero y a Pepiño, el del caso Campeón de los soborno en una gasolinera, (¡qué cutre ¡),  por la crisis y estos a dúo se reían y decían ¿Que crisis? Así nos luce el pelo.

Pero si nos trasladamos a cómo ganaron las primeras elecciones, recuerden que todavía el Partido Popular no sabe cómo las perdió. O si, Rubalcaba el del "caso Faisán",  gestionó bien la desgracia de la bomba que mató a centenares de ciudadanos y al día de hoy, a pesar de las investigaciones y juicio, algunos dicen que no estuvieron todos en la Sala.


Pero si nos trasladamos un poco antes, el del Talante, el del Encuentro de Civilizaciones tuvo la falta de categoría que requiere la dignidad de cualquier persona y más de aquella que podía  ocupar el cargo de presidente de España de no levantarse cuando pasó la bandera de la barras y  estrellas, EEUU, uno de nuestros aliados, si no el más importante, además de ser la primera potencia del mundo. Así le fue a España y todavía nos quedan secuelas de la estulticia del presidente, de la falta de clase y de categoría de una persona que ha ayudado a hundir más y  más a este país. 

Recuerden que también acudió a  Cataluña a firmar la constitución catalana soberanista bajo el subterfugio del Estatut. Son tanto los charcos en el que se ha metido él solito, Zapatero, y de paso nos ha metido a todos, que será la historia la que le recuerde con objetividad  como el presidente más nefasto de la época moderna española. Lo que todos esperamos es que estos miembros y miembras se marchen y a ser posible lejos de cualquier puesto público.


Un punto y final lo es la encuesta del CIS que da en Cantabria dos diputados al PSOE, algo que no nos lo podemos creer. Aquí algunos medios de comunicación, y analistas a la carta, dicen que en las elecciones autonómicas ya se les castigó, al PSOE de Gorostiaga, de Agudo y a ese gran estratega del marketing electoral, que repite, don Pepe Guerrero, y ahora recuperan su electorado. Eso es lo que más me preocupa que todavía algunos se guíen por las siglas y las banderas y no por la gestión.

“Hasta que en este país no se castigue la mala gestión y se premie la buena, ni seremos plenamente demócratas, ni conseguiremos un verdadero progreso”. Y finalizamos en el pensamiento de los ciudadanos que al ver los carteles y teniendo en cuenta “los hechos” de estos últimos cuatro años sobra cualquier campaña porque los resultados están a la vista: paro, crisis,  falta de credibilidad,de respeto, nepotismo, despilfarro, amiguismo, desprestigio del país a nivel europeo e internacional. El G-20 despidió a Zapatero y sin duda a lo bajines le dijo, ¡Ya era hora ¡No vuelvas.

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