Un Pleno con eco

Pues amigos de la boina ni lo uno ni lo otro. Los que estamos metidos en esto, “opinar”, sabemos que hay veces que cuando se lanza una información, esta no lo es,  ya está manipulada y emitida para cumplir fines muy concretos. No hace falta decir con claridad lo que se persigue cuando en la forma  en que se dice se adivina el fin a conseguir. Los lectores inteligentes saben muy bien que esa táctica de -dirigismo social provinciano- ha perdido, si no del todo, sí la fuerza que en otro tiempo pudo tener ya que ahora existen  medios digitales donde seguir las sesiones de Parlamento paso a paso con solo hacer un click, como es en este medio, además de redes sociales etc, donde decimos la verdad sin ningún ambage.

 Para nosotros el Pleno fue, como lo ha sido siempre en Cantabria, largo, tedioso... nosotros lo hubiésemos despachado en media hora. Pero ya saben ustedes que los políticos de este país se ponen a hablar y no saben cuándo parar y no  parecen entender que no por mucho hablar se dice más. Hemos ido pocos, muy pocos a los Plenos, nosotros no somos asiduos, hay que trabajar, pero en esta ocasión merecía la pena asistir en directo ya que pensábamos  que iba a marcar un posterior desarrollo político en las  tres formaciones políticas, aunque  en realidad son dos, el Partido Popular y PRC+PSOE que salvo algunas matizaciones, siguen manteniendo una alianza como la que mantenían en el gobierno a pesar que todos pensábamos que el Partido Regionalista después de las elecciones iba a hacer política propia, volver a sus orígenes, refundar el partido y salir del caparazón en el que se ha metido con el PSOE, ha sido que no.

Después del discurso de Diego, presidente de Cantabria, se produjeron las intervenciones de Revilla, Tezanos y Van den Eyden... Lo que los votantes pueden ahora visionar es que las posiciones políticas son muy claras, no hay dudas. Revilla siguió alabando a Zapatero, no tenía por qué, nadie se lo  pidió, mientras que Tezanos hablaba de una Cantabria hundida, perdida, desnortada, y no sabíamos a ciencia cierta si se refería a la nuestra o a la de otro lugar geográfico.

 Tenemos que decir, y pedimos disculpas, que las intervenciones nos produjeron mucha risa, a veces carcajadas y mucha pena. -La de la silla prestada- nos miraba con ojos aviesos. Hay que recordar a sus señorías los chascarrillos y sonrisitas que en su día dedicaban  cuando salía a estrados Diego y surgían muecas desde la cocinita de Texanos, la Gorostiaga y el Agudo. Los tiempos han cambiado.
Y han cambiado a peor para algunas porque nos fijamos en  la señora Gorostiaga, la teníamos enfrente ahí están las fotos, que parece que no la pagan, que la deben dinero por el gesto que tenia, que podía alegrarlo un poco ya que al menos cobra; los parados que ella dejó como -consejera del paro- muchos ya solo cobran el cheque de los 400 € y otros están a dos velas.
 Y encima ella sigue, no renuncia, hay que seguir sin pegar palo al agua, y en estrados con una silla prestada que no la corresponde porque los ciudadanos no se la dimos en las votaciones. Para nosotros, fue, insistimos, un Pleno con tono normal, con las grácietas habituales que antes hacía el PSOE-PRC y ahora le toca sufrir. En política y en la vida eso se llama -ajo y agua-. Pero cuando dicen ahora que Diego traspasó línea rojas quienes realmente las traspasaron, pero   muchas veces fueron  las actitudes y los hechos de aquellos que fueron nuestros representantes cuando unos no acudían a las sesiones, como Pesquera que viajaba por el mundo mundial, como del Olmo condenado finalmente, como Gorostiaga incapaz de ofrecer algo a los ciudadanos salvo mantenerse en el puesto del chupete y como Agudo verdadero -ciclón de la democracia- que cuando le pedían las cuentas, como gran demócrata proveniente del Partido Comunista y transformista en política, desesperaba a la oposición, ahora gobierno, espetaba que sólo se las daría  cuando ganasen  las elecciones.Estos sí que traspasaron todas las líneas rojas y de todos los colores.
 La oposición lo que  tiene que hacer ahora es callar, tiene mucho que callar y actuar con humildad que no lo hace. Dejar que pase el tiempo e intentar presentarse a las próximas  elecciones, no sin antes reconocer el callejón sin salida en que nos ha metido.