Siempre que pasa lo mismo, ocurre igual?

Me hace gracia esta frase que un gran amigo siempre repite en tono irónico: “Siempre que pasa lo mismo, ocurre igual…”. Lo dice con acento de Puertochico, que lo hace mucho más gracioso, si cabe, aunque él es pejino de pura cepa, “lin”.

Y es que el acto celebrado ayer en el “Bilbao Exhibition Centre” (BEC) de Baracaldo, fue más de lo mismo, igualito que en innumerables ocasiones anteriores; eso sí, a lo bestia, un acto multitudinario, porque para eso la izquierda abertzale no tiene competidor; sincronismo, fidelidad militar y lealtad a la causa; a una causa, eso sí, repugnante, pero ya quisieran muchas formaciones tener la décima parte de la capacidad organizativa y entramado que tiene esa gentuza.

Sería como para echarse por los suelos, si no fuera tan dramática la situación, el Auto de ese Juez estrella que no sabe vivir si no es sintiéndose objetivo directo de la actualidad política española, y teniendo un protagonismo desmedido en los medios informativos. La única condición que Garzón puso a la izquierda abertzale fue que no se mencionara a la nueva formación, Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB). Los promotores accedieron por escrito a respetarla, pero luego se la pasaron por el forro, claro está, porque para chulos los Oteguis, Barrenas y Goirizelaias de turno: éstos mantuvieron el anagrama del nuevo partido, presentaron a sus candidatos e incluso su programa... sin nombrarlo, eso sí, pero, ¿cambia esto algo las cosas? Pues no, don Baltasar, que no.

Tanto los argumentos esgrimidos por Pernando como por Arnaldo –vaya dos nombres- no nos pillan por sorpresa, ni mucho menos; más bien viene siendo lo mismito a que nos tienen acostumbrados desde hace mucho tiempo: «No aceptaremos nada por debajo de la territorialidad -es decir, Navarra- y la autodeterminación», y «tal y como es» y sin «disimulos». Todo un desafío que en los próximos días se materializará de nuevo en forma de listas de cara a los comicios de mayo, pueden estar seguros.

Los españoles eguimos siendo testigos de una permisibilidad sin precedentes de este Gobierno socialista para con el entorno abertzale; por lo menos las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado continúan en la lucha antiterroristas contra la ETA con las últimas detenciones. Sólo faltaría.

La estrategia de Zapatero no es otra –y ni tan siquiera se preocupa en disimularlo- que ayudar lo máximo posible a los batasunos a democratizarse.

Estas últimas detenciones, así como el material incautado a la banda asesina, demuestran que ETA nunca ha estado en tregua y que nunca ha dejado de prepararse para cometer el siguiente crimen, por lo que darle alas a su brazo político el próximo 27 de mayo sería un error sin parangón, que no serviría sino para dar oxígeno a una formación que ya estaba muerta clínicamente en la última etapa de Gobierno del Partido Popular, con José María Aznar al frente.