Restaurantes y morro fino –II-

Imaginamos que lo era  porque  creía que ese bello Palacete que se adentra en  nuestra hermosa Bahía  representaba las enaguas de la derechona. Poco a poco esa  prohibición-rumor ha ido desapareciendo en parte porque ya va hasta nuestro Pepiño. el del AVE
Ahora, transcurrido el tiempo, nos hemos enterado de la verdad y no es otra que el amigo Miguel, que cariñosamente denomino el del gorro, no tiene habitualmente mariscos y solomillos de 22 euros y en los restaurantes de Castelar , que si frecuentan los de la cuota de Gorostiaga, tienen marisco y hasta angulas que en ocasiones  degusta con el dinero aparente de “un bienhechor”.  En fin. Cosas veredes amigo Sancho.
Hace unos días conversando con un líder conservador me sorprendí cuando le espeté con cierta ingenuidad que ahora lo tenían fácil con el tema del CES porque podría tratarse de una presunta malversación de caudales públicos y que esa acción delictual podría ser hilo conductor, y lo comparé con el desliz fiscal que tuvo Al Capone que le llevó a la cárcel, para finalmente conocer las cuentas de la empresa Sodercan, Fundación del Comercio… que se niega a dar el consejero Agudo.
Su respuesta me ruborizó porque vino a decirme que se trataba de una mala gestión y de un estado de inmoralidad. Osea  que, mamarse hasta las patas con el dinero de los contribuyentes no es delito. Irse de restaurantes de lujo a comer a papo lleno a razón de 22 euros el solomillo no es delito. Cobrar dietas sobre dietas tampoco es delito. Ir de viajes sin rentabilidad alguna por el mundo, no es delito. Joder ¿Qué será delito?
 Releo el Código Penal por si alguna modificación sustancial se ha producido en este interin y me reafirmo en mi idea en contra de la opinión del político. ¿Qué sucede? ¿Que vemos la paja en el ojo ajeno? ¿Que solo advertimos el delito cuando queremos y en las consejerías que nos interesa atacar? ¿Acaso vemos más contrincante político en una formación y no en otra porque  está tan desacreditada que no merece la pena?  La vara de medir ha de aplicarse a todos y a todas por igual. Parece que el CP no es un libro de lectura de los políticos por lo que les aconsejo que tal y como están los tiempos lo tengan como libro de cabecera. Y es que los políticos, algunos, son tan cansinos que  su defensa, consiste en un “asumiré mis responsabilidades políticas”.
La utilización de esa frase, muy política, no dice nada, ni compromete a nada, es como un cajón de sastre donde cabe todo en espera de que el delito se difumine  con una dimisión que nunca se produce. Pues no. Malversación de caudales públicos tiene una naturaleza jurídico-penal  clara y definida.
Lo del CES no puede terminar como un huesuco que se roe, se deja, y con las patitas de atrás se esconde en la tierra. Precisamos con urgencia una regeneración y llamar blanco a lo que es blanco, y negro a lo que es negro, y olvidarnos del común denominador del todo vale. Y es que  existe una barrera infranqueable que puso el consejero Agudo cuando dijo  a la oposición:”os daré las cuentas cuando ganéis las elecciones´´. Y a los ciudadanos que  no son de siglas, no les hace puñetera gracia que con sus dineros coman y vivan a cuerpo de rey  otros, día sí y día también frecuentando restaurantes de lujo cerca de la sede socialista de Bonifaz.