Ortea y Pesquera -I-

.......porque está a su vez había sido favorecía, encumbrada por Pesquera. Ya saben lo de los panes prestados, cadena de nombramientos y el lobby. ¿Y Ortea?.......

Pues Ortea era el “todo poderoso” jefe de Gabinete de Pesquera, hacía y deshacía en su consejería  mientras el consejero  se dedicaba a viajar por  el mundo mundial sin ocupar ni la silla del Parlamento ni la de consejero de Industria. Los primeros cuatro años del pacto con el PRC pasaron rápido para Del Olmo y Pesquera viajando por el mundo y más concretamente a China, verdadera base de excursionismo cántabro en ese periodo de vivir a cuerpo de rey y de Cantabria. Iban en sequito  que hasta en su día dijimos que podían inaugurar una línea aérea directa por el mucho personal que acudía “al todo gratis”
 En el ínterin la cuota socialista de Gorostiaga nos  estuvo entreteniendo con la consejera Charo Quintana, verdadera revolucionaria de la medicina, de jóvena, Bandera Roja, que pasará a la historia del país, no de Cantabria, de provocar la primera y única huelga de médicos de España. ¡Vaya récor ¡Dados sus especiales conocimientos su amiga Lola la súper consejera la ha dado un gran puesto en Cantabria. ¡Pobres subordinados¡. Finalmente las tropelías de Ortea y el dejar hacer de Pesquera produjo el que había que defenestrar a Ortea porque era mucho su poder en la Consejería ya que redactaba o mandaba redactar bajo su supervisión todas las cuestione de concursos, adjudicaciones etc.,  como lo de las televisiones o las licencias de radio.
 El escándalo fue tan gordo que finalmente hasta Gorostiaga dejó de mirar a otra parte, ejercicio de la acción política que maneja a las mil maravillas, para seguir,   y decidió, seguramente muy a su pesar que éste, Ortea, desapareciese de la escena política y tomase otros derroteros o las de villadiego. Así fue.
Ortea recogió sus conocimientos e influencias en su maletín y montó, dicen, una asesoría de Publicidad o similar, que al parecer  no fue todo lo bien que quisiera, ya se sabe que esta gente que  se prevale del cargo, cuando salen o caen, no son nadie, y tuvo que recalar en una empresa del constructor Santiago Díaz. Dicen que al que buen árbol se arrima buena sombra le cobija.  Desde ese nuevo puesto es desde donde ha maniobrado sin estar en el punto de mira de los medios de comunicación solo que está estigmatizado lastrado por una época anterior que le persigue a tenor de sus nuevas responsabilidades. Continuará…