Mancharse los zapatos de barro

Pudimos ver a dos primeras espadas de la economía nacional enfrentados en un debate de gran altura -teniendo en cuenta, eso sí, lo tedioso que se hacen este tipo de choques en materia económico-hacendística-. Y es que, como preveíamos, nos dieron demasiados números, cifras, porcentajes e indicativos. Al margen de esto, los españoles pudimos entender claramente el mensaje de ambos, con lo que tendremos mayor número de elementos valorativos.

Desde luego, quien no sorprendió fue Manuel Pizarro: claro, conciso, convencido y solvente; en ocasiones con cara de pillo, y en otras de santón. Pero salió a escena un Pedro Solbes más seguro e implacable de lo esperado, quizá también por el propio Pizarro, que optó por la prudencia, la moderación y las buenas maneras.
Que alguien me explique esto.

En condiciones normales, el fichaje estrella de los populares le hubiera saltado al Ministro a la yugular a la primera de cambio; y es que si le dejan, se le come con parche incluido. Pero esto no sucedió, y claro, pasa lo que pasa, que al final se dio, salvo excepciones, al segundo como “vencedor” de la contienda.

Yo no lo tengo tan claro, y buena prueba de ello fue ver a un Solbes al ataque, y a un Pizarro a la defensiva como si el primero fuese el opositor frente al segundo, titular de la cartera ministerial. Pizarro tiene visos de ser un excelente parlamentario -sus dotes oratorias están fuera de toda duda-, y no les digo lo excepcional que sería tenerle de Ministro de Economía y Hacienda; pero para ello ha de soltarse y mancharse los zapatos de barro, que la política no es como la primera fila empresarial.

Está claro, que “España no va bien”, y así comenzó en popular, enumerando de forma convincente una serie de indicadores de carácter objetivo e imparcial, como la inflación, el déficit por cuenta corriente, el elevado endeudamiento familiar y el incremento del paro en diciembre y enero; por el contrario, Solbes prefirió cobijarse en la defensa de la protección social.

Los que nos dedicamos a esto no pretendemos en modo alguno hacer catastrofismo con las cifras económicas, pero lo primero que hemos de hacer para mejorar la situación actual y futura es empezar por reconocer que las cosas empiezan a ir mal y que el Ministro Solbes, como Rodríguez Zapatero, es un “as” en eso de poner cara la bueno y optar por negar la mayor; los principales indicadores de la economía en los últimos meses, las predicciones de las instituciones y, por encima de todo ello, nuestro propio bolsillo, lo ponen de manifiesto. Toca espabilar.