La Pataleta

Cada maestro tiene su librillo y en cuanto a  las estrategias judiciales cada uno tenemos la nuestra.

El instructor judicial  instruyó en silencio y ante el interminable alargamiento de la instrucción sin que se aportasen pruebas inculpatorias determinantes  archivó la querella. Leímos el Auto, nos pareció rotundo, concluyente y pensábamos que definitivo. Parece que se ha abierto otra vía en la que la parte querellante pretende ver algo diferente de lo que no vio ni el ministerio Fiscal ni el Magistrado que dio respuesta  a cada una de las imputaciones. Se aportaran las documentales pertinentes, imaginamos, y se finalizará el presunto affaire. Bien. En el tema judicial no nos vamos a definir será el Magistrado otra vez el que sin duda aclarará las nuevas dudas de la parte querellante.

Conozco  en primera persona pasar por ese segundo trance a sabiendas de la inocencia total y radical que se tenga. En el caso de Marcano el querellante es una persona privada que tiene todo el derecho de pedir justicia, en el mío   la sinvergonzonería partió  de cierta gentuza política que se esconde detrás de las siglas, no dan la cara y no se representan más que a ellas. La acción  falaz siempre tiene un fin, en el mío fue taparme la boca de la libertad de expresión y fue que no.
No se trata de agua pasada porque está reciente, muy reciente y ahora me toca, es mi obligación, una vez  que estos insensatos obligaron a hablar a la justicia, quitar la máscara con la que vegetan algunas que viven de la política en Cantabria  sonriendo todos los días. Lo haremos en el juzgado.

Ya conocen el dicho, la risa va por barrios. La lideresa del tercer partido político está nerviosa ya que cada día  habla más y se la cree menos. Piensa que los ciudadanos somos de   memoria corta y en las próximas elecciones  no recordaremos a lo que se ha dedicado, a la nada. ¿Qué ha hecho por Cantabria en estos siete años que no sea usar el coche oficial del que no se baja? Contratar amigos foráneos, traer paracaidistas de Madrid, imputados, viento etc,. La justicia está por encima de los intereses espurios de los políticos  y se debe utilizar solo como último recurso y no servirse de ella.