Noticias de Cantabria
12-04-2012 11:00

La joya de la corona

La Sanidad y la Educación son dos pilares del Estado del bienestar y por eso los recortes no auguran nada bueno. No digo que no haya que racionalizar el gasto, ¡faltaría más!, y gastar mejor, pero una cosa es eso y otra empezar a meter la tijera.

   No sé ustedes, pero yo veo al Gobierno desbordado ante la realidad, esa realidad que en forma de prima de riesgo dejo K.O a Zapatero y que ahora parece empeñada en noquear a Mariano Rajoy. Lo cierto es que España está sufriendo un fuerte envite de los mercados y que el Gobierno ya no sabe que hacer para frenar las consecuencias. No digo que improvisen, pero casi, o al menos eso es lo que trasciende en algunas ocasiones. Por ejemplo, ahora mismo estamos a la espera de que Rajoy y sus ministros terminen de deshojar la margarita respecto a cómo y en qué partidas van a recortar en Sanidad y Educación.

 

   La Sanidad y la Educación son dos pilares del Estado del bienestar y por eso los recortes no auguran nada bueno. No digo que no haya que racionalizar el gasto, ¡faltaría más!, y gastar mejor, pero una cosa es eso y otra empezar a meter la tijera.

 

   En realidad hay varios modelos de sociedad, la del Estado del bienestar y los otros, entre las que está el modelo norteamericano que tiene muchas cosas buenas pero otras horribles. Por ejemplo, en Estados Unidos la Sanidad es un negocio unido al de las aseguradoras. Dependiendo de la cobertura de su seguro así recibirá atención médica. O sea, que si su seguro no le cubre pongamos una operación de corazón no le queda otro remedio que atenerse a las consecuencias. Nuestro sistema sanitario es la joya de la corona. Tenemos una sanidad excelente con unos médicos que también lo son, y no deberíamos de dar ni un solo paso atrás.

 

   Hace años que las grandes corporaciones que se dedican al negocio sanitario quieren hincarle el diente a la sanidad de los europeos, y poco a poco han ido ganando batallas y ahora están a punto de ganar la guerra con la excusa de la crisis económica internacional.

 

   A mí me parece que los ciudadanos debemos mostrarnos inflexibles ante cualquier intento de dividir el sistema sanitario en dos tramos, el de los que tienen medios económicos para pagar y los que no los tienen. O sea, una sanidad de pobres y otra de ricos, y me temo que la pretensión es que el sistema público se quede solo para quienes no tienen medios económicos de tener un seguro o una mutua o una sociedad médica privada. Eso supondría el fin de la excelencia de nuestra medicina amén de una profunda injusticia.

 

   Hay muchas partidas presupuestarias que recortar antes de meter la tijera a la Sanidad, salvo que detrás de esa reforma lo que haya sea verdaderamente una cuestión ideológica, la de sustituir un modelo por otro, el del Estado del bienestar por el del ultraliberalismo del salvese el que pueda.

 

   La prueba del algodón del Gobierno Rajoy será lo que haga o deje de hacer en sanidad. En cuanto a la escuela pública... ¡me pongo en lo peor!.

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