La infanta Cristina y la minuta de honorarios

Parece que el sainete de la infanta  Cristina  tiene las horas contadas, toca a su fin, hasta el Presidente del TS así lo aventura y como todo buen pleito finaliza con una minuta de honorarios, nuestra pregunta es,¿Quién paga?. Y es aquí donde quería hacer una reflexión para determinar, no ya quien tiene que pagar la minuta de honorarios, que será sin duda la infanta o su padre el Rey Emerito que cobra de pensión 189.000 euros, sino quien tiene que cobrarla.  
Aparentemente su abogado nominativo es Miquel Roca, -su despacho lobby-, y la cohorte de abogados que dicen que han intervenido ¿?. Y es aquí donde se plantea nuestra duda porque el señor fiscal Horrach, de facto que no de iure, ha sido el verdadero abogado de la infanta y lo saben todos incluso el populacho pendiente de si la Infanta entraba en prisión. El fiscal-abogado se ha portado como un león, se ha batido el cobre como decimos en el foro, sin pelos en la lengua en la defensa de su cliente la Sra.Borbón. Y por esa  defensa de la Infanta ha cobrado del erario publico, no ha escatimado medios públicos desde la hacienda pública a su disposición como una abogada del Estado de ayudante que dijo en sede judicial la única verdad del juicio,”que hacienda no somos todos”, notas aclaratorias, dictámenes etcétera todo para conseguir el buen fin del pleito, que su cliente sea  exonerado de la forma que fuere o absuelto.
Hay un pero, que me temo que el procedimiento no va a   termina por absolución si no que la infanta se marchará por -la puerta de atrás- hasta el presidente del TS asi lo ha dicho entre lineas, se liquida el sindicato de Manos limpias y ya esta, la infanta y su marido a seguir de VIP y con guardaespaldas que pagan los contribuyentes.Hay un dicho muy popular aquí en Santander que dice, “que muerto el perro se acabó la rabia”. Desaparecido Manos limpias ya no hay caso.Vergonzoso, ¿puede ser?. Y la justicia qué. La justicia nada, burlada y la Ciega con los dos ojos vendados.
 Conforme nuestro criterio, el fiscal debería de haber defendido, cuál es su cometido teórico, el derecho público de los ciudadanos, pero no ha sido así, ya que a la vista está que ha defendido el derecho privado de una ciudadana aunque ésta sea la ciudadana Borbón. Con este vodevil, con este juicio, con esta instrucción que ha sido posible airear gracias a un juez que ha honrado la carrera judicial, el magistrado de Castro, ha obligado a la infanta  a depositar por unos días sus  reales posaderas en el banquillo. Un hito, un hecho histórico que aun cuando al final no va a servir para nada por lo menos el ciudadano, el súbdito le ha sabido a hueso de Santo. Gracias magistrado de Castro, insistimos, ha   dignificado y subido a los altares las santas puñetas.

Nota: Esperemos que la Casa Real sea esplendida y en prueba de gratitud regale al fiscal-abogado Horrach una ristra de chorizos y un jamón, aunque sean de Cantimpalo.