La candidata/o

Llegará el momento de que haya una mujer presidenta aquí. (Soraya de Santamaría). Albert Rivera ha dicho que no votará a Rajoy pero no ha 

Llegará el momento de que haya una mujer presidenta aquí. (Soraya de Santamaría). Albert Rivera ha dicho que no votará a Rajoy pero no ha dicho que no lo vaya a hacer a Soraya. La vicepresidenta, abogado del Estado, ha sido catapultada, ¿sin quererlo?, y se encuentra como la mejor colocada para presidir España, genuina representante de esa nueva España que pide paso desde hace años. Una generación que pertenece a la España joven, cualificada, profesional,   desinhibida, sin tapujos y sin nada que ocultar, juventud del ordenador, de las tecnologías, internacionalista, con idiomas que  incluso muchos “no saben” tan siquiera  quien es Franco, ni tampoco !ojo! Felipe González porque les queda muy lejos. Pero lo peor será  lo que todos ocultan que los recortes vendrán después del 20D con ajustes y más reformas laborales.
En el otro extremo se encuentra la otra España , que está ahí y quiere que se la escuche  con un líder de pandereta, el  “coletas” ,como cariñosamente se le conoce, salido del fondo de armario con -glamour trasnochado irreverente- como si España no hubiese cambiado y a la que se dirige con mensajes demagógicos y de filosofía barata del conocimiento de la página - Rincón del Vago-, que aparentemente calan pero por lo pintorescos y caducos que son y provenientes de la edad media política ya finiquitada que no tendrán ningún recorrido salvo el desencanto final.
Muy cerca encontramos  a Sánchez, sin discurso, enfrentándose como un quijote contra todos, intentando salvar los muebles de un PSOE que todavía no ha hecho su Suresnes siglo XXI con más enemigos dentro del Partido que fuera. Dirige, presuntamente, un viejo PSOE muerto y sin renovación de ideas que ha producido que este hombre majo, de buen ver y verbo fácil, abandonado a su suerte, se pueda dar una hostia electoral importante.
Hemos querido adrede dejar para el final y despacharlo en dos líneas pero no porque sea el menos importante al otro candidato, Rivera, que también lo puede ser, presidente de España. Éste al igual que Soraya son los verdaderos candidatos que quieren  presidir la joven España del siglo XXI. Rivera podría verse abocado a votar a Soraya, nunca a Rajoy, si finalmente sale segundo en votos como apuntan las últimas encuestas todavía inseguras. Las elecciones son cosa de dos. Y es que  no olviden -amigos de la boina- que la prepotencia de los que mandan en esa derecha caduca, trasnochada que sobreviven en el PP y no dejan paso que se apuntan al no rotundo de Rajoy hacia el C´s de Albert, seguro  que son los mismos que  no aceptarían a Soraya si se apartara Rajoy .Sin  embargo, si cupiese,  Sánchez al final dará sus votos a Rivera y la soberbia derecha de los rescoldos del pasado quedará a verlas venir. El socialismo a pesar de su confusionismo coyuntural es más sensible al momento por el que atravesamos y votaría Rivera. Pero todo queda abierto a la voluntad de los electores que ahora pintan mucho, después nada, hasta dentro de cuatro años.
España se encuentra en un laberinto, lo hemos hecho muy mal, ¿que quienes? los políticos corruptos y mediocres, los talibanes profesionales y vividores de la política, y nosotros, los ciudadanos, por consentidores…!!De Cantabria mejor no hablar!