Jean-Claude el travieso

Cuando los dos enemigos más poderosos de la economía global se unen en una ofensiva contra los todopoderosos mercados europeos un sudor frío recorre las espaldas de los inversores. La inflación y el petróleo se encuentran en pleno ascenso, en una escalada que parece no tener fin. El precio del brent, tras superar la barrera de los 74 dólares debido a la convulsa situación de Oriente Medio, a las huelgas en Nigeria y a vaya usted a saber qué más, parece que en breve alcanzará los 75 dólares.

Esta carestía del combustible junto con el riesgo del aumento de la inflación en la zona euro hacían temer un anuncio por parte del Banco Central Europeo de nuevas subidas de tipos... y como bien es sabido que de tanto nombrar al diablo, éste acaba apareciendo, entra en escena nuestro querido presidente del BCE, el francés Jean-Claude Trichet.

Siguiendo la línea de los últimos meses nos anticipa una nueva subida en los tipos de interés a partir de septiembre para hacer frente a los riesgos inflacionistas que han aumentado de manera clara con la recuperación económica. Nos mantiene el precio del dinero en el 4 por ciento ya que es probable que la inflación se modere en los próximos meses pero nos adelanta que la nueva escalada del precio del barril de petróleo hará que a finales de año el BCE tenga que volver a actuar de manera firme y decidida.

Y el mercado, temeroso de Trichet y con la vista puesta en Wall Street y en el incremento de la rentabilidad de los bonos en EEUU, se repliega a posiciones más conservadoras.

No hace falta que nuestro amigo el francés nos señale una fecha concreta para la anticipada subida, no vaya a ser que nos fastidie el verano, las terracitas y la sangría... eso sí, nada más volver de la playa más nos vale ir preparando vaselina.