Huevos de gallina feliz

¡Que se trataban de qué.........¡,.. de gallina feliz, dijo.
 
Si Carlos, son huevos de las gallinas que tengo en casa, que están sueltas, libres como han estado toda la vida en los pueblos de este país , aunque todavía algo queda en Cueto de esa libertad perdida. Mis gallinas no fabrican huevos ni las doy 600 gramos  de pienso  al día como si de caballos se tratase, ni cucharadas de vitaminas, ni colorantes para que las cáscaras salgan rojas,  ni mucho menos. No, mis gallinas son felices viven en el prao y por las noches las meto en un pequeño gallinero cobertizo  donde se asilan, no viven en jaulas, entran solas a resguardarse del frió.
 
 ¡Hombre¡, no te pases por qué nosotros de pequeños también tuvimos gallinas y sé muy bien el mes que había que poner al gallo para que la gallina se quedase clueca y empollase los huevos y de esa manera tener pollitos y no ir a la tienda a comprarlos. Lo  que ocurre amigo es que hemos cambiado, y mucho, y no sabemos si para bien o para mal, ahora si quieres comer huevos son de fábrica y mis huevos son de gallina libre.
 
 Pero quiero ser honrado contigo y no mentir, la frase no es mía, la frase proviene de unos alemanes muy cultos ellos que visitaban SANTANDER y se acercaron a Cueto y les estuve enseñando la senda que ha existido toda la vida y el Bocal y el Puente del Diablo o lo que queda de él; fíjate que me han dicho que la senda de toda la vida  quieren asfaltarla para que otros, que no quieren ver, la puedan mirar.
 
 La diferencia amigo Carlos está entre el ver y el mirar. La senda de Cabo Mayor ahí está, ha estado siempre solo que hay que saber encontrarla como las cosas que interesan en la vida, no porque las resaltemos más y pongamos pasarelas y arbolitos de “pega” vamos a ver algo que lleva ahí toda la vida. Ser  feliz es llenarte de las cosas sencillas, las tuyas, las de siempre, las que te rodean porque son bellas y no necesitan ser embellecidas..
Estos alemanes, ricos ellos, con sus grandes coches al ver mi gallinero dijeron hombre  tú también tienes huevos de “gallina feliz”. En Alemania trabajamos y mucho pero lo que no olvidamos, respetamos y protegemos es nuestro pasado que no podemos arrinconar ni hacer borrón y cuenta nueva, porque son nuestros orígenes de los que nunca podemos ni debemos  prescindir .