El móvil

Amigos de la boina seguro que esperaran  que les hable de los viejos temas, el manido  AVE  ,las  mentiras, los engaños, la falta de claridad o doble lenguaje  de los políticos y demás paparruchas;  pues no, solo un inciso para recordar  el pelotazo eólico a pesar de la rebaja de las primas y reconocer  que  María Dolores  ha triunfado, dijo que ella solita aprobaba el concurso del viento y por cojones ¡vive dios¡ que así lo ha hecho .

 Enhorabuena, ha sido honrada con ella,  con el mandato de sus jefes de Madrid y los compromisos  empresariales pactados.  A los ciudadanos que les den  y, si quieren, que vayan a las urnas y que protesten que de poco les servirá. Bien por ella. El AVE no es cuestión de voluntades, ni de cartas, es problema  de dinero y de partida presupuestaria. El resto de AVES presupuestados siguen a buen ritmo, el nuestro no toca y punto.

Estamos en verano y ya habrá tiempo para divagar. Recordemos algo importante, por ejemplo   la canción del verano que ese asiduo de la tabarra Georgi   Dann por esta época, cual cigarra cantora, nos obsequiaba con su cantinela estribillo machacón  para sacarse unos euros  que le permitiesen  descansar en  invierno Era un  personaje simpático, mixto, entre cigarra y hormiga, hasta  se producían concursos para entretener a  la “tropa” y se elegía   la canción del verano, ¡qué tiempos ¡
Y ahora ni tan siquiera   -Sakira y su África-  han  tenido el refrendo ciudadano, estamos  más preocupados   en la Roja “y sobre todo en  la  economía, la maldita economía,  la que más en candelero está gracias a ese personaje que tenemos de presidente que empezó haciendo bromas con la crisis, sigue de presidente, gracias al yugo catalán,  a pesar de su nula credibilidad en Europa  y en los mercados financieros

Y para colmo la canción de verano ha sido sustituida en las playas por los móviles, esos aparatos  que se introducen en nuestra intimidad  Olvidada la radio playera  que algunos  llevaban a los arenales  para no escuchar el mar, el ruido de las olas, el silencio, nos encontramos con el sobresalto, cuando  tirado en la toalla -afligido en tus pensamientos- surge el móvil  de la toalla vecina con el estribillo hortera  del ejecutivo on line.
Nos  encontramos en el estío  más tristón que hemos pasado nunca porque no pensamos en la canícula sino cavilamos  qué pasará después del verano. Lo peor, miedo, que Zapatero  piensa trabajar en sus vacaciones, que irá poco a Doñana, y eso produce  pánico. Zapatero en la soledad de la Moncloa puede ser una bomba de relojería. Pónganse los chalecos salvavidas y feliz verano.