El motín

Siempre ha sido igual. Los insultos, los abucheos que ha sufrido Zapatero han dado las claves de que el tiempo pasa pero todo sigue igual. El “sufrimiento” de Zapatero ha sido asumido por la clase política profesional unanimamente, con solidaridad y rápidamente se ha echado la culpa al populacho que es quien se ha excedido. Los políticos, que llevan años insultándose, agrediéndose ,ahora santurronamente dicen, pobre Zapatero pero ¿quienes son los inductores de los insultos , de los abucheos?.

Evidentemente el presidente español lleva años engañando a los ciudadanos, no se trata de recoger sus engaños que han dado lugar a la situación que algunos denominan políticamente incorrecta. ¿España  se merece ese presidente? En su día recogió los votos de los ciudadanos, igual  ahora no, pero fue elegido democráticamente y hasta las próximas elecciones, que debería convocar cuanto antes, se le debería respetar. La pitada se debe entender  dice Revilla,  la gente tiene el derecho de estar cabreada.

La sociedad española, los ciudadanos, están cansados de tanta palabrería y los silbidos es un reflejo del cansancio.
Las protestas  del desfile fue algo más que una simple protesta fue un sentimiento. Al único  al que se le abucheó y silbó fue al presidente del gobierno Zapatero  y se ha hecho en democracia. No confundamos el culo con las témporas que somos muy dados a ello cuando nos interesa.

 Si hubiese sido en dictadura, ni me lo  imaginao, habrían salido los grises y nos habrían pegado de hostias. Se puede estar de acuerdo con el silbido, o en desacuerdo, pero es una forma de desaprobación .La prensa domesticada, los corifeos del bocata que están en nómina, achacan los silbidos a la ultraderecha, que alguno habría, pero la sociedad española no es de ultraderecha es por desgracia demasiado acomodada que la cuesta echar incluso a Zapatero y dice ¡pobrecillo le abuchean¡.
 Incluso ese prototipo de la derecha madrileña ha sacado la cara por él, poco, algo, diciendo que los abucheos están mal pero que a ella (Aguirre) también la abuchean. Si se fijan en los distintos editoriales los políticos se solidarizan, se defienden por la boquita pequeña, tienen espíritu de corporativismo, de autodefensa ,y piensan, no sin razón, que mañana les puede tocar a ellos.

A Adolfo Suarez se le silbó, se le abucheó, se le zarandeó, y finalmente se le insultó con aquel mítico e histórico proveniente del jacobino Guerra, tahúr del Misisipi. ¡Qué flacos somos de memoria cuando queremos¡, y se  fue (Suarez)  por mucho menos que  Zapatero
Déjense de lo accidental y lo accesorio, el silbido y el abucheo, y fijémonos en lo fundamental. Que vamos sin rumbo, sin capitán y con una tripulación que a lo bajito denuestan a su jefe pero no se lo dicen a la cara ni son capaces de provocar un motín. Les va bien.El motín, si nos han seguido hasta ahora, lo provocan los de siempre y lo ejecuta la marinería, la soldadesca, la canalla por la injusticia, la inmoralidad etc. Y el motín, si hubiese valentía, y se tuviese lo que hay que tener, puede llegar a ser legal y moral cuando el capitán da signos de incapacidad para gobernar y las muestras ahí están a la vista de todos: sus propios actos.