El Gran Consejo Yoda

No se asusten que todavía no he decidido convertir esta columna en rosa, aunque seguro que tendría éxito a tenor de las tendencias. Me refiero a otra Pep, la mujer de Ulises, el de Ítaca. Después de ceder ZP  los portafolios del poder al de Solares, parece que ha llegado la calma aunque hay dos sectores intranquilos. Uno el PP que creía que los sociatas estaban haciendo las maletas,  ¡ojo Rajoy ¡que igual se quedan, hay  que  ponerse a trabajar duro si quiere llegar vivo al 2012.

En el otro bando las huestes  de Gorostiaga,  a pesar de hacerlo rematadamente mal, saca cabeza la mujer y   otea la posibilidad de remontar a lomos de ese experimentado político. No lo va tener fácil  el maduro delfín socialista, y listo, que es nuestro paisano con la parroquia de aquí. ¡Vaya tropa, salvo excepciones¡ Siempre  hemos dicho  que a ZP, y su errónea trayectoria política que está en fase terminal, quien  la tenía que enmendar era otro socialista, y si es cántabro mejor, además quiero ser tan iluso o esperanzado como el presidente Revilla,  que peor no va a ser para Cantabria.  ZP   recibió el mensaje del “Gran Consejo Yoda”,  conocedor de sus limitaciones y  han  optado por una eutanasia programada teniendo en cuenta  donde estaba metiendo al partido y al país.

La presunta remodelación zapatera es un cese encubierto y pactado para  evitar el gran batacazo electoral. Los que mandan en  el PSOE, de toda la vida, le habían mandado mensajes hasta que han impuesto a nuestro paisano. Las razones de   este, no tan golpe de mano de ZP, ha sido  de una parte el convencimiento de que iban directos al precipicio, ahora quieren plantear batalla y mostrar la “patita” del cambio de  hoja de ruta. Creen que todavía están a tiempo de enmendar las meteduras de pata y que los ciudadanos tengan alzhéimer,  intentan poner prietas las filas  socialistas, haciendo un frente común y presentando un partido aparentemente sin fisuras y con voz unívoca volviendo a una idea de nación dentro del concierto europeo que parecía olvidada.

 Con esas dos ideas se ventilaría la problemática doméstica y se produciría una medio aceptación por parte de los socios europeos tratando de trasladar credibilidad de la que carecen. Les toca recuperar un principio fundamental la credibilidad que tienen por los suelos. Rubalcaba, cual  Penélope,   tendrá que tejer y destejer, sobre todo destejer, para recuperar el principio de solidaridad y de nación. Rajoy ya les ha contestado: “mantengan las pensiones “a nuestros mayores” y supriman las subvenciones a patronal y sindicatos”. La partida sigue.