Noticias de Cantabria
08-10-2009 09:00

El bocarte periférico

En estos días, no ha surgido la polémica, sino que, al parecer, lo que ha pasado es que se ha descubierto una nueva variedad del bocarte que se creía extinguida: el bocarte periférico. De repente, los barcos franceses que han venido pescando de forma habitual en el golfo de Vizcaya han encontrado una nueva denominación de ese fugiliforme al que han denominado bocarte periférico.

Ese tipo de bocarte ha salido a la luz pública -aunque nunca estuvo escondido- cuando los franceses han protagonizado una entrada masiva de 450 toneladas del susodicho. La prensa de investigación (El Mundo Cantabria), rápidamente ha sacado esa noticia y las reacciones de la gente no se han hecho esperar. Son muchas las preguntas que se hace la opinión pública aunque, por el momento, ninguna ha sido contestada por las autoridades. De momento hay que conformarse con la gran declaración de la ministra Espinosa que dice, sin más: “pescadores del Cantábrico, a pescar el bocarte”. Pero, aquí, en esa frase que no es más que el zapatero a tus zapatos de toda la vida, se encierra otra gran cuestión: señora Ministra, ¿no estamos en veda? ¿Acaso no se está respetando la veda? ¿O es que realmente existe una nueva variedad de bocarte como dicen -aunque no sea cierto- los que miran a otra parte?

Antes de obtener respuestas de las de mucha palabra y poco contenido, me he puesto en contacto con varias facultades de biología para saber qué hay de cierto es esta nueva variedad. Todas, con mucho rigor académico, me han dado explicaciones, pero no hay nada de bocartes periféricos. En la calle, el amigo Emilio, junto con el colombiano, ha respondido que se trata de una anchoa que se ha pescado siempre y que se sigue pescando y entrando, legal o ilegalmente, en nuestros puertos. ¿Qué quiere decir eso? Uno que pasa por allí lo tiene claro: que unos cobran las subvenciones mientras siguen pescando e intentan vender la moto del bocarte periférico. ¿Será que el bocarte entiende de fronteras y que existen caladeros con semáforos que indican por dónde deben pasar los bancos de anchoas para no acabar en barcos españoles y sí en los franceses?

Hay quien va más allá e incluso han comparado el bocarte periférico con el nacionalismo periférico, ya saben, los que hacen lo que quieren cuando quieren como ha dejado claro el señor Maragall.

En fin, esta historia del bocarte periférico promete dejar en evidencia a muchos, primero a los biólogos y después, como siempre, a los políticos.

Nota:
- Hijuco, ¿quieres un kilo de bocartes?
- Emilio, si no hay bocartes.
- Uy, mira, estos de aquí son del Mediterráneo pero aquellos que tengo allí (se da la vuelta y saca unos duros, tersos y plomizos) son de aquí. ¿Cuántos te pongo?

Nota Autor.-El título del artículo ha sido tomado de un art del Mundo Cantabria

Sé el primero en comentar