El amigo americano

Una moneda fuerte, una economía próspera y un sistema bancario solido han hecho del New York Stock Exchange el primer mercado financiero del mundo.

Los estadounidenses tienen la receta mágica. Si uno se fija en la decoración del frontón de la fachada del edificio de la Bolsa, en Wall Street, enseguida descubrirá el secreto. Este grupo escultórico, obra de John Quincy Adams Ward, nos muestra la figura alada de la Integridad sobre la Ciencia, la Industria y la Invención. Junto a ellas, a la derecha la Agricultura, y a la izquierda, la Mineria. Todo lo que a nosotros nos falta... los sistemas socialdemocratas, la sociedad del bienestar, han acabado con la Integridad, la han degradado hasta situarla muy por debajo de la Ciencia y se han olvidado de la Religión como motor de la sociedad. Los americanos no han separado tan drásticamente moral y política como hicieron los modernos sistemas políticos europeos de Entreguerras.

 

La economía neo liberal norteamericana funciona. Desde la creación de la Bolsa de New York en 1792 ha sobrevivido a todas las crisis. Desde el Viernes Negro de 1869 cuando el estrangulamiento del mercado del oro provocó la ruina de bancos y ferroviarios hasta el Crack del 25 de Octubre de 1929 en cuya sesión se cambiaron más de 12.894.650 títulos. Con este último Estados Unidos entro en la Gran Depresión, pero tan solo una década después los americanos salvaban a los europeos de la amenaza nacional-socialista y contribuían a reconstruir los arruinados países del viejo continente.

 

Parece claro que en estos tiempos de subida global de tipos y volatilidad bursátil hay que seguir confiando en el amigo americano. La recesión económica que se atisba y que sacudiría los mercados europeos (ya se sabe que cuando Wall Street se resfría, Europa estornuda) será menor de lo que los expertos auguran. Si bien no corren buenos tiempos para el inversor de a pie los day traders estan haciendo su agosto... osos y toros luchan en el patio de operaciones de Wall Street. Las anticipaciones de los primeros que ceden sus títulos porque creen en la baja de las cotizaciones contrarrestan las compras de los toros a un precio determinado porque apuestan al alza de la cotización. Así, frente a estos golden boys, capaces de ganar miles de dolares en pocas horas, los ahorradores de andar por casa nos refugiaremos en la renta fija a la espera de que la temida recesión económica se quede en un necesario soft landing del mercado.