Noticias de Cantabria
15-08-2014 06:24

Ébola, ¿El SIDA Del Siglo XXI? -I-

Estos dos fenómenos SIDA y Ebola, semejantes como gotas de agua, con el mismo origen territorial y semejante vía de transmisión no adquieren nuestra notoriedad, hasta que, impulsados por la vorágine de la globalización, se salen de su confinamiento original y, ¡Oh Dios mio!, acaban afectando al hombre blanco

 

El virus del Ebola pertenece a una familia de virus, de difícil taxonomia en este momento, que  agrupa una familia de estos organismos, radicada en la región africana de Costa de Marfil. Lo que hasta ahora sabemos, es que provienen o comparten huésped con otros mamíferos (monos, principalmente frutícolas, murciélagos y otras especies.). Igual que todos los virus, modifican su poder patógeno con el cambio inter-especie; por ejemplo, al pasar a infectar al humano, y suelen ser tejido-específicos (respiratorio, hepático, nervioso, etc). En caso actual, parece que se trata de un virus que, causando un cuadro febril y hemorrágico, acaba afectando la inmunidad mediante la proteína VP24, la mas pequeña de este virus y de otros emparentados con él, responsable del bloqueo de la cadena de respuesta inmune celular del organismo infectado, causando su interrupción y, por tanto, su inmunodeficiencia final. Hasta aquí, mas o menos, lo que todos sabemos; con toda la cohorte mediática que queramos añadir, pero...¿nos recuerdan algo estos acontecimientos?

Actualmente, es conocido que el virus del SIDA era idéntico a un virus que afectaba a los primates de África Central y que causó estragos en aquella región, durante la primera mitad del siglo XX. No se transmitía por vía exclusivamente sexual y nada preocupaba, el hombre blanco estaba entonces a salvo. Retrospectivamente, hoy se sabe mediante el análisis de serotecas de militares británicos y norteamericanos que ya existieron contactos con el virus, por visitantes de aquellas latitudes. Mas tarde, antes de declararse la epidemia en California a principios de los 80, algunos haitianos infectados, inmigrantes en EE UU, mostraron la vía de desarrollo de una enfermedad transmisible que nada intrínseco tenia que ver con la depravación ni con las costumbres de las personas, como entonces se llegó a pensar.

En el haber de la ciencia ha quedado como un logro frente a una de las enfermedades transmisibles mas peligrosas de la humanidad de la que antes se ha conocido su origen y que mas rápidamente se ha elaborado un tratamiento eficaz.

Estos dos fenómenos SIDA y Ebola, semejantes como gotas de agua, con el mismo origen territorial y semejante vía de transmisión no adquieren nuestra notoriedad, hasta que, impulsados por la vorágine de la globalización, se salen de su confinamiento original y, ¡Oh Dios mio!, acaban afectando al hombre blanco. Además, como muestra de la ida y vuelta del fenómeno; en el primer caso, este va a buscarle a su propia casa, paradigma de lo mas excelso del “glamour”, la “dolce vita” y el “american dream”. Por contra, otros, sumergidos en el callejón sin salida de la misma mundana calle, se encuentran con la misma, cruel y fatal realidad.

Por todo ello, la solución, ademas de los sueros, medicamentos, medidas de aislamiento y, en suma, conocimiento de la enfermedad; la asunción de modos de vida razonables y consecuentes con cada lugar y situación, debe jugar un papel predominante en la forma de afrontar y controlar este tipo de problemas.

 

Dr. Don. LUIS ANTONIO HERRERA NOREÑA

 Cirujano. Jefe de la Sección de Cirugía Hepatobiliopancreatica, del

Hospital Valdecilla; 

 

 

Santander, a 14 de Agosto de 2014

Sé el primero en comentar