Bélgica no actúa como un país amigo

En efecto el Magistrado Llarena viendo una relación no muy colaborativa por parte  de ciertos Organismos públicos belgas, Justicia y Fiscalía, ha hecho muy bien en retirar la euro orden porque seguro que la Justicia belga hubiese dictado una resolución por la cual permitía la extradición del fugitivo (en todo caso) dejando sin naturaleza penal los delitos que se le imputan desde España y conforme nuestra legalidad vigente. Es decir, en ámbitos judiciales existía cierta convicción que el tratamiento de la extradición podría provocar su inimputabilidad desde Bélgica y la  exoneración de los delitos más graves imputados. Sería como burlar la justicia española. Bélgica no aplica el Derecho Internacional sino su derecho contra España. Esta interpretación es la más válida el poder judicial español, como tiene que ser, no quiere una injerencia de la justicia belga en un asunto estrictamente de la justicia española.

Y es que, además, Bélgica no aparece como un país amigo de España porque cuestiona nuestros Órganos de Justicia y nuestro Estado de Derecho. La no entrega del prófugo nada más llegar a Bélgica, todos sabíamos, teniendo en cuenta las relaciones inamistosas con ese país, que procurarían no solo dar refugio al prófugo Puigdemont sino atacar a España. ¿Se acuerdan de los etarras sanguinarios asesinos?, Bélgica les dio refugio asilo, comida y alojamiento, ¿por qué no a este presunto líder delincuente plurilingüe? ¿Se imaginan este hecho en sentido contrario, que España alojase en su territorio un prófugo de la justicia belga? No. Si Bélgica no expulsa a este individuo de su país y permite que siga insultando a España y a nuestra Justicia Bélgica no es amigo de España y se ha de retirar al embajador.